Tres personas murieron este viernes cuando el ciclón Fani golpeó el este de India y avanzaba hacia Bangladés con vientos de hasta 200 km/hora, que hicieron volar cocoteros, puestos de comida y provocaron cortes de electricidad y agua.
El monstruoso ciclón, que tocó tierra en la ciudad sagrada de Puri, en India, es uno de los más fuertes en el océano Índico en años.
En los últimos días las autoridades del estado de Odisha, donde 10.000 personas murieron por un ciclón en 1999, evacuaron a más de un millón de habitantes ante la amenaza de inundaciones de hasta 1,5 metros de agua.
El viernes, la tormenta se cobró sus tres primeras víctimas, dos de ellas en India y la restante en Bangladés.
“Puedo confirmar dos muertes por ahora. Un hombre mayor murió por un ataque al corazón. Otra persona salió en plena tormenta pese a nuestras advertencias y murió porque le cayó un árbol encima”, dijo a la AFP Bishnupada Sethi, comisionado especial de ayuda del estado indio de Odisha.
“Los vientos afuera deben estar ahora mismo en cerca de 200 km/h”, agregó en comunicación telefónica desde Bhubaneswar, la capital de Odisha.
De su lado, las autoridades de Bangladés, hacia donde se dirigía Fani, indicaron que una mujer murió también por un árbol, y que 14 pueblos costeros quedaron inundados luego de que la crecida rompiese un dique de contención.
El responsable de gestión de desastre Mohammad Hashim dijo a la AFP que unas 400.000 personas de esa zona fueron llevadas a refugios.
Cientos de miles de personas del Estado de Bengala Occidental también recibieron la orden de evacuar la región. Los aeropuertos locales fueron cerrados, no circulaban trenes y se prohibió el tránsito vehicular en carreteras.
“Se puso oscuro y de pronto apenas podíamos ver cinco metros delante nuestro”, dijo un habitante de Puri.
“Ha habido puestos de comida callejeros y carteles de comercios que volaron por los aires”, señaló a la AFP un hombre desde un hotel en el que se refugió. “El viento es atronador”, agregó.
Otro testigo afirmó haber visto como el viento empujó y dio vuelta a un pequeño auto en la calle.
Las autoridades de Puri y Bhubaneswar trabajaban para remover árboles caídos en la carretera y restablecer el teléfono e internet.
Fani avanzaba hacia el noreste al estado de Bengala Occidental y Bangladés, en una trayectoria sobre un área en la que viven unas 100 millones de personas.
Las autoridades de Bengala Occidental evacuaron a miles de personas en los pueblos costeros, dijo a la AFP el responsable de gestión de desastres Javed Ahmed Khan.
Se esperaba que Fani llegue el sábado a Kolkata, una ciudad de 4,5 millones de habitantes
“Estamos monitoreando la situación las 24 horas y haciendo todo lo necesario. Estén alertas, tengan cuidado y permanezcan en un lugar seguro durante los próximos dos días”, tuiteó el jefe de gabinete de Bengala Occidental, Mamata Banerjee.
Los vientos se sentían hasta en el Monte Everest, donde una tienda voló en el Campo 2 a 6.400 metros de altura.
– ‘Destrucción total’ –
Meteorólogos han advertido de una “destrucción total” de chozas, postes de electricidad y comunicación arrancados, “rutas de evacuación inundadas” y daños en cultivos en algunas áreas.
Se acondicionaron unos 3.000 refugios y edificios gubernamentales para albergar a más de un millón de personas en Odisha.
Los puertos fueron cerrados pero la Armada india envió seis buques de guerra a la región en la que la petrolera más grande del país ONGC evacuó a casi 500 trabajadores de las plataformas offshore.
En Puri, ciudad sagrada del hinduismo que atrae a millones de visitantes y peregrinos, se tomaron medidas además para proteger al templo Jagannath, de 850 años de antigüedad.
Corresponsales de AFP en Puri señalaban que parecía una ciudad fantasma, con árboles arrancados y el agua subiendo, incluso ya desde varias horas antes de la llegada de Fani.
El abastecimiento de electricidad y agua quedó interrumpido en la mayor parte de esta ciudad de 200.000 habitantes. Placas de metal cubrían la fachada de los comercios y la arena de las playas cercanas volaba por las calles.
Solo unos pocos vehículos policiales y tractores intentaban mover a los árboles caídos o muros derrumbados.
La prensa local informaba que cientos de árboles fueron arrancados por el viento en el vecino lago Chilika, al sur de Puri.
El responsable de gestión de desastre Mohammad Hashim dijo a la AFP que unas 400.000 personas de esa zona fueron llevadas a refugios.
Fani es la cuarta tormenta de esta clase en azotar la costa este de la India en tres décadas.
En 2017, el ciclón Ockhi dejó casi 250 muertos y más de 600 desaparecidos en los estados de Tamil Nadu y Kerala.