El 29 de marzo, el departamento de Estado confirmó la suspensión de unos 450 millones de dólares de fondos que el Congreso ya había asignado a Guatemala, Honduras y El Salvador.
Más de un centenar de legisladores de Estados Unidos pidió al gobierno de Donald Trump revocar “inmediatamente” su decisión de cortar la ayuda al desarrollo en Centroamérica, en una carta enviada el lunes al jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo.
Según los 101 congresistas demócratas, encabezados por Norma Torres, de California, y Albio Sires, de Nueva Jersey, suspender cientos de millones de dólares de asistencia extranjera al llamado Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), perjudicaría seriamente los intereses de Estados Unidos.
“Los avances en la reducción de la violencia y la pobreza se revertirán, más niños y familias del Triángulo del Norte se verán obligados a huir de sus comunidades, y la situación en nuestra frontera empeorará, no mejorará”, indicaron los legisladores en la misiva.
“Además, la influencia de Estados Unidos en Centroamérica disminuirá y nuestros competidores globales, especialmente China, se quedarán con los beneficios”, agrega el texto.
El 29 de marzo, el departamento de Estado confirmó la suspensión de unos 450 millones de dólares de fondos que el Congreso ya había asignado a Guatemala, Honduras y El Salvador, una amenaza de Trump durante meses.
Según se informó entonces, el presidente determinó que los programas de desarrollo en esas comunidades no habían alcanzado los resultados esperados ni habían sido efectivos para prevenir la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.
El gobierno aún no envió al Congreso un plan específico para reasignar los fondos.
“Millones de dólares en ayuda proporcionada a las comunidades a través de organizaciones no gubernamentales están ahora en peligro”, dijeron los congresistas en la carta.
El Congreso, que es la autoridad que decide la cooperación extranjera en el país, aumentó desde 2015 la asistencia al Triángulo del Norte ante el creciente número de niños y familias centroamericanas que llegaban a la frontera sur.
Esa asistencia, en su mayoría canalizada a través de ONGs, “no fue un cheque en blanco”, recordaron los legisladores en su carta, señalando que estaba sujeta a condiciones para garantizar que se abordaran las causas fundamentales de la migración: violencia, malnutrición, desempleo.
Desde octubre, miles de centroamericanos intentan llegar a Estados Unidos marchando en multitudinarias caravanas en busca de mejorar sus condiciones de vida.