A principios de mayo, la fábrica de autos de lujo aceptó pagar una multa de 535 millones de euros en Alemania en el marco del “dieselgate”.
La justicia alemana registró este martes los locales del fabricante de automóviles Porsche en el marco de una investigación por corrupción y malversación sin ninguna relación con el “dieselgate”, indicó la fiscalía de Stuttgart.
Un funcionario de los servicios encargados de controlar las empresas es “sospechoso de haber dado informaciones amparadas por el secreto” comercial y de haber “aceptado beneficios”, indicó la fiscalía en un comunicado.
Alrededor de 176 policías y 10 magistrados de la fiscalía registraron “varias direcciones” en Stuttgart y alrededores, incluidas las oficinas de Porsche, de la administración fiscal y de un gabinete de asesoría fiscal.
Además, la Justicia sospecha que un miembro del comité de empresa recibió remuneraciones “excesivas” y “no justificadas”.
Seis personas, “entre ellas responsables de Porsche”, podrían ser procesadas por abuso de confianza a raíz de este caso, explicó la fiscalía.
Los registros no guardan relación alguna con el escándalo de los motores diésel manipulados, que estalló en 2015 en la casa matriz de Porsche, Volkswagen.
A principios de mayo, la fábrica de autos de lujo aceptó pagar una multa de 535 millones de euros en Alemania en el marco del “dieselgate”.