El nuevo gobierno no tiene las mejores condiciones para garantizarle la bonanza económica que espera un sector importante de la población panameña. Por mucha capacidad administrativa estamos en cierta forma integrados y dependemos de las condiciones económicas mundiales.
Latinoamérica no se encuentra en su mejor momento. La crisis provocada por los Estados Unidos con la imposición de tarifas arancelarias a sus socios comerciales y viceversa tendrá un impacto en el comercio internacional. Las sanciones económicas de los Estados Unidos a un listado de países que adversa es otro de esos componentes de carácter político con repercusiones negativas.
Bajo este panorama el nuevo gobierno tendrá que enfocar su atención en generar eficiencias, limitar el derroche, prevenir y castigar la corrupción y buscar mejores condiciones en las obras y proyectos que propone o realiza. En estos rubros Panamá perdió su norte en los últimos diez años.
De repente todo proyecto de infraestructura cuesta más. Desde carreteras hasta puentes, hospitales y escuelas no hay obra que no cueste varios cientos de millones de dólares. Muchas han quedado abandonadas por desidia o indiferencia. Lo que se empezó debe terminarse.
Si el enfoque inicial es velar por salvar los activos abandonados en estos últimos diez años estaremos recuperando parte de esos dineros invertidos. El complejo hospitalario en la ciudad de Panamá, los hospitales regionales, la Cadena de Frío, los famosos radares cuya utilización o no, nadie sabe, la culminación del aeropuerto internacional, el centro de convenciones en Amador, el sistema de riego de Tonosí son todas obras inconclusas.
El nuevo gobierno debe velar por activar estas obras de infraestructuras para salvar las inversiones realizadas. Nos atacó la fiebre de la bonanza en el sector público. El derroche y malversación se convirtieron en elementos esenciales de la gobernanza. Se interpretó que había plata para botar y ahora nos toca reordenar las finanzas y poner orden en la esfera gubernamental.
Esto solo se puede logra con líderes capaces y honestos. El voto de confianza se gana cuando se denota el interés de servir al país con el mejor empeño y trabajo. No será difícil en un país de cuatro millones de habitantes ordenar la casa. Se requiere de un buen plan y luego su ejecución. Se trabaja y se genera eficiencia conociendo las condiciones económicas de nuestro entorno y si lo hacemos bien podremos mejorar la situación.
El país tiene temas trascendentales que resolver desde el problema del agua para mantener activo el Canal hasta el tema de la educación y la salud de los panameños. Nuestra posición geográfica seguirá siendo un factor importante de nuestro desarrollo, pero no debemos olvidar la necesidad de integrar el resto del país en toda su diversidad económica, cultural y ambiental. Siento que nos ha faltado privilegiar algunos sectores de la economía con potencialidad a la cual no le hemos prestado atención por concentrarnos en la zona de tránsito.
El turismo es uno de esos pilares que podría contribuir a mejorar la situación económica del resto del país igual que nuestro patrimonio natural. El sector agropecuario panameño no se ha adecuado a la apertura económica y ha pagado un precio social enorme.
Hay miles de panameños que dependen del sector agropecuario y nuestras políticas públicas deben garantizar un nivel de sostenibilidad de este sector. Luego veremos en que podríamos ser competitivos y donde están los nichos que nos permitan ser competitivos. Pero la falta de planes ha dejado a todo el sector agropecuario en un verdadero abandono. Igual necesidad existe en ir potencializando nuestra posición geográfica ante otros jugadores importante. Poca atención le hemos prestado a las ventajas logísticas que ofrece nuestro país para el desarrollo económico por ejemplo del Noreste Brasileño y su comercio con Asia.
O la posibilidad de buscar otros centros logísticos y portuarios en el país. Si creo en la necesidad de mejorar la imagen de Panamá y ejercer un control sobre nuestro destino y nuestras decisiones allende las imposiciones o designios de potencias extranjeras. Pero esto solo se logra con gobiernos honestos y dedicados al desarrollo y progreso nacional. Mientras exista la corrupción se promueve la desfachatez y el relajo administrativo. Los intereses se invierten y el “que hay pa mí” se sobrepone al interés nacional.
100% de cuerdo con lo expuesto es este escrito. A trabajar duro y con horades por nuestro Panamá.
Va ser difícil para el nuevo gobierno, tendrán que desestimar varios subsidios, la deuda externa de Pty se incremento lucho mas estos últimos 10 años, solo caen los pagos a intereses y no a capital y tras cada deuda que deja un gobierno, viene otro préstamo encima..a ponerse y amarrarse bien los pants. Siempre salimos bien librados, pero esta vuelta habría que trabajar el doble. Saludos