En encuentro se dio durante una visita relámpago de Putin de un día para reactivar sus relaciones con la Santa Sede e Italia.
El papa Francisco mantuvo este jueves una larga reunión en el Vaticano con el presidente ruso, Vladimir Putin, durante la cual hablaron de las crisis en Venezuela, Siria y Ucrania, indicó el Vaticano.
“Se abordaron algunas cuestiones relevantes para la vida de la Iglesia Católica en Rusia. A continuación se habló de la cuestión ecológica y de algunos temas de actualidad internacional, con especial referencia a Siria, Ucrania y Venezuela”, indicó en una nota la oficina de prensa de la Santa Sede.
Putin celebra una visita relámpago de un día para reactivar sus relaciones con la Santa Sede e Italia, este último país considerado uno de sus mejores y pocos amigos en Occidente.
Se trata de la tercera vez que el papa Francisco recibe a Putin, a quien vio en el Vaticano la primera vez en 2013, pocas meses después de su elección al trono de Pedro, y en el año 2015.
El líder ruso, conocido por su falta de puntualidad, llegó poco después de las 14H00 local (12H00 GMT), con aproximadamente una hora de retraso a su tercera entrevista con Francisco.
Después de un fuerte apretón de manos, el papa lo invitó a sentarse en frente a su escritorio para una entrevista privada en su estudio privado del palacio apostólico.
Durante la visita fue firmado un memorando de entendimiento sobre la colaboración entre hospitales pediátricos.
También se abordaron temas espinosos como la crisis en Venezuela, que preocupa en particular al pontífice latinoamericano.
El Vaticano, que fue uno de los mediadores a pedido de Francisco en un fallido diálogo para solucionar la crisis venezolana, se ha hecho de lado, aunque no pierde la esperanza en una salida negociada a la crisis humanitaria.
Rusia es junto a China uno de los principales apoyos diplomáticos del régimen de Nicolás Maduro, inmerso en una profunda crisis política, social y económica.
El cardenal Pietro Parolin, número dos del Vaticano, reconoció hace dos años que Rusia puede jugar un “gran papel” a favor de la paz y el diálogo en Venezuela, en una entrevista a Radio Vaticano.
Rusia, tiene importantes inversiones y negocios con Venezuela a través del conglomerado industrial militar Rostec.
Como anunciado, no se mencionó una eventual visita del papa a Rusia.
“El momento no ha madurado”, comentó por su parte monseñor Vincenzo Paglia al excluir ese delicado tema de la agenda.
– Amistad con Italia –
En Italia, Putin se reunió luego con el presidente Sergio Mattarella y sucesivamente deberá entrevistarse con el jefe de gobierno Giuseppe Conte.
Debido a las sanciones europeas Italia pasó del 3º o 4º lugar en la lista de socios económicos al 8º, lamentó el asesor del Kremlin Yuri Ushakov.
“Los asuntos económicos son una prioridad”, reconoció.
También las relaciones Rusia-UE, Siria, Ucrania, Libia y el programa nuclear iraní figuran entre los temas en el tapete con Italia.
Conte, que desde hace 13 meses dirige un gobierno de coalición del partido de ultraderecha La Liga y el Movimiento 5 Estrellas, prometió fomentar una revisión del sistema de sanciones impuesta por la Unión Europea a Rusia después de la anexión de Crimea.
La visita de Putin será una nueva ocasión para Matteo Salvini, líder de la Liga y hombre fuerte del gobierno, de mostrar su admiración por Vladimir Putin.
“Hombres como él, que tienen en mente sobre todo el interés de sus propios ciudadanos, se necesitan por docenas”, suele decir.
Desde 2014, Rusia se ha visto afectado por sanciones económicas europeas y estadounidenses sin precedentes debido a la crisis ucraniana.
La capital italiana ha sido blindada para la visita de Putin, y 50 calles del casco histórico han sido cerradas.
Una imponente limusina rusa de más de seis metros ha sido utilizada para transportar al líder ruso, que se reunirá también al final de su jornada con los dos viceprimeros ministros, Salvini y Luigi di Maio, líder del Movimiento 5 Estrellas.
Antes de partir por la noche, Putin dedicará un momento de su extenuante visita a su viejo amigo Silvio Berlusconi.