Volvemos a ingresar a la lista gris de GAFI y resulta difícil de aceptar este reingreso con el número sustancial de medidas adoptadas en los últimos años. Algo no entendemos de las nuevas realidades de la transparencia mundial en las actividades financieras y comerciales como de los temas relacionados con la evasión fiscal, la elusión fiscal y la necesaria sustancia económica y las actividades realizadas por las sociedades anónimas.
Si bien la GAFI y la OECD son instituciones separadas y velan por temas distintos a efectos de entender la dirección política por asumir el país debemos incorporarla en un mismo escenario. Nuestra plataforma de servicios internacionales necesita una reingeniería.
Será interesante ver como lo logramos y estoy seguro nos generará más ingresos y empleos si lo hacemos bien. La palabra clave es la transparencia en las actividades comerciales y financieras y una conducta ética en los negocios locales e internacionales.
En primera instancia debemos reconocer que desde Panamá se han venido realizando actividades comerciales no muy transparentes desde la Zona Libre de Colón. Y si a esa realidad le adicionamos que muchos de esos comerciantes a su vez son accionistas y directivos de bancos como también promotores inmobiliarios tenemos una combinación explosiva.
Las tres actividades son escrutadas por la GAFI y a su vez son propensas a ser penetradas por las organizaciones de lavadores de dinero. Si reflejamos una directiva o capital accionario de estas tres actividades como parte de un mismo conglomerado comercial vamos a seguir siendo objeto de escrutinio constante y singular. Entonces de alguna forma debemos alejar la actividad bancaria y financiera de los jugadores de otras actividades que se encuentran a los ojos de la tormenta.
Esto le dará mejor imagen al centro bancario panameño. No hemos tenido éxito en extender el ámbito geográfico de las actividades bancarias para más allá de nuestras fronteras. Tampoco hemos ofertado servicios bancarios regionales a los grandes jugadores comerciales de la región.
En ese sentido vivimos muy lejanos a los logros de Singapur. Tampoco tenemos un sistema judicial comercial de estatura y confiable. Por ese lado quizás nos será difícil crecer. Por el lado de la constitución de sociedades anónimas el desprestigio internacional es de un grado superior. Panamá dejó de ser atractiva inclusive para las mismas actividades ofertadas por las Islas Vírgenes británicas.
Las sociedades de papel son cosa del pasado. La actividad de los servicios internacionales sobrevivirá en la medida que exista mayor sustancia entre la sociedad y el país de su constitución. Esto requiere de ciertos servicios brindados desde Panamá como los registros contables, los estados financieros, los directores residentes calificados, las operaciones bancarias y también la presentación de una declaración de rentas, aunque sea en Cero por razón del criterio territorial de tributación panameña. Y para las actividades donde la Unión Europea está solicitando sustancia económica que exista una real y efectiva actividad desde Panamá para poder determinar su residencia fiscal en nuestro territorio.
Todos estos cambios de lograrse generarán nuevos ingresos y empleos al país. El problema son los muchos intereses creados que se afincan en el pasado y solo ven en los rubros de agente residente y directores nominativos la fuente de sus ingresos. (recoger los mangos bajitos).
Las sociedades de maletín con actividades “supuestamente” operativas han muerto. Es por ello por lo que entre las reformas necesarias está la de eliminar el acápite a) Parágrafo 2 del Artículo 694 del Código Fiscal. Ella rompe con todas las concepciones modernas de tributación.
Tenemos que quitarnos de encima el mote de país o jurisdicción cuestionable u opaca. Quien quiera utilizar las ventajas comparativas panameñas deberá tener mayores vínculos con Panamá en sus operaciones comerciales o financieras. Hoy en día la parte operativa de las estructuras jurídicas panameñas se llevan cabo en Suiza, Islas del Canal, Hong Kong, Singapur, Luxemburgo y otras jurisdicciones. Si desean utilizar los atributos fiscales y la flexibilidad para hacer negocios ofertada por Panamá tendrán que transferir esas actividades operativas a nuestro territorio o un buen adiós.