Un misterio rondaba en los círculos conservadores de Washington esta semana después de que una aparente confusión audiovisual propinó un golpe al presidente estadounidense, Donald Trump. Revisemos la escena.
El lugar: un hotel de Washington en donde Turning Point USA, la organización juvenil conservadora, fungía como anfitriona de una conferencia para estudiantes de bachillerato, donde Trump pronunció un discurso el 23 de julio.
La decoración: un sello presidencial en la pantalla del escenario, un telón de fondo propicio para un discurso de parte del presidente de Estados Unidos.
El problema: El sello presidencial no era, de hecho, el sello presidencial, como informó The Washington Post. En lugar de la tradicional águila calva, la imagen alterada mostraba un águila bicéfala, similar a la que aparece en el emblema nacional de Rusia. En vez de flechas, el águila sostiene un juego de palos de golf con una garra. Apareció en pantalla mientras el presidente subía al escenario.
La apariencia del sello falso en el evento parece que tomó por sorpresa a todos. Un vocero de la Casa Blanca le dijo a The New York Times que los funcionarios no revisaron la imagen antes de que apareciera en pantalla. Turning Point USA inicialmente dijo que no tenía idea cómo había llegado a la pantalla. ¿Había sido una broma o una declaración política? ¿O había sido simplemente un error de parte del equipo encargado del material audiovisual, que tal vez bajó la imagen equivocada de internet? Al principio esa parecía ser la explicación.
En las horas posteriores a que la imagen circulara en línea, un asistente de la organización fue despedido, confirmó el 25 de julio una persona enterada del asunto.
El sello aparentemente es el mismo usado para vender mercancía anti-Trump en una tienda en línea, informó The Washington Post, con base en información de un lector.
En una entrevista con el Times, el propietario de la tienda, Charles, dijo que había creado la imagen hace poco más de un año debido a la frustración que siente con Trump y sus políticas. Él solicitó que su apellido no fuera usado porque recibe mensajes de odio a través de internet.
“Pienso que esta es la pieza de arte más ruin que he diseñado”, dijo Charles, que vive en Virginia y trabaja en producción de video y diseño gráfico. “Esto fue cada cosita mezquina que se me ocurría para atacarlo porque me estaba volviendo loco con sus políticas”.
Después de que creó el sello alterado, Charles lo compartió con amigos, que lo alentaron a venderlo en línea, así que creó un sitio web y tienda virtual y rápidamente continuó con su vida. Entonces, la mañana del jueves, dijo que se sorprendió al encontrarse con su creación en un artículo cuando bebía café y revisando Reddit.
“De alguna manera me hizo el día”, dijo.
La imagen editada rápidamente se convirtió en el centro de la discusión entre liberales y conservadores. En línea, algunos lo disfrutaron y lo calificaron de un “troleo brillante”. Otros denunciaron el cambio como una ofensa digna de despido.
Las alteraciones fueron lo suficientemente sutiles.
El sello presidencial tradicional contiene la imagen de un águila, que sostiene flechas en una garra que representan la guerra y ramas de olivo en la otra que representan la paz. En un letrero por encima de su cabeza se lee la frase: “E Pluribus Unum”, en latín significa: “De muchos, uno”.
El águila en la imagen alterada tenía dos cabezas, un símbolo que aparece en el emblema nacional de Rusia, las banderas de varios otros países y los logos de dos de los clubes de golf de Trump en Escocia. El símbolo es a menudo asociado con poder e imperio.
En ese sello, el águila sostiene palos de golf y lo que aparenta ser un fajo de dinero en sus garras. El letrero por encima de su cabeza dice en español: “45 es un títere”. Un escudo en el pecho del águila incluye cinco reproducciones de la hoz y el martillo, un símbolo comunista asociado con la Revolución rusa.
El evento fue un lugar poco probable para las críticas y no queda claro si el presidente estaba al tanto del falso sello. Habló durante casi ochenta minutos frente a un público que lo apoya. El verdadero sello presidencial apareció en el podio y en otra parte de la pantalla.
Katie Rogers colaboró con este reportaje.