Al menos cuatro personas murieron el lunes tras una avalancha que se desencadenó en una zona fuera de pista en la localidad alpina francesa de Tignes, informaron los servicios de rescate.
Los socorristas buscaban a una eventual quinta víctima en medio de dudas sobre el número exacto de esquiadores sepultados por el alud.
En un primer momento se dio un balance de cuatro muertos y cinco desaparecidos, pero según dos fuentes de la escuela de esquí francesa de Tignes-Le Lac contactada por la AFP el grupo estaba compuesto únicamente por cuatro personas, un experimentado profesor de esquí, un padre y dos adolescentes de 18 y 15 años.
Sus cuerpos fueron hallados poco después del accidente. Todos llevaban aparatos de búsqueda de víctimas de avalanchas.
No obstante, los equipos de rescate buscaban a una quinta persona que podría haberse unido al grupo a último momento, según las mismas fuentes.
“Hubo bastante confusión ya que una parte del grupo salió con otro monitor”, señaló una fuente de la escuela de esquí.
“Afortunadamente, hay menos víctimas de las anunciadas inicialmente, aunque están buscando a una quinta víctima potencial”, confirmó una fuente de la alcaldía de Tignes.
Unos 40 socorristas participaban en el operativo, con ayuda de maquinaria pesada y perros.
Los empleados de la estación de Tignes dieron la alerta por la mañana al ver a lo lejos el impresionante alud de 400 metros de largo.
Una placa de nieve se soltó tras el paso del grupo de esquiadores que estaba de vacaciones en la estación.
El alud se produjo en un sector fuera de pista a 2.100 metros de altura.
Se trata del accidente más grave desde el inicio de la temporada de esquí en Francia que inició tarde este año debido a la falta de nieve.
Desde principio de temporada se han registrado 13 accidentes en avalanchas en los Alpes y los Pirineos, con un saldo total de tres muertos.