MONTERREY, México — “¿Por qué tocas una música que nadie toca?”, solían preguntarle al acordeonista Celso Piña en los setenta, cuando trajo la cumbia colombiana a una ciudad árida y sin mar que está más cerca de Texas que del Caribe. “Por eso mismo —respondía— porque nadie la toca, compa ¿Para qué voy a tocar…