Era, sin duda, una final inesperada. Hace un mes Perú, país sin gran tradición futbolera, pagaba 50 a 1 a quienes –de puro audaces, de puro picarones– apostaban por su victoria en esta Copa América; esta noche, en cambio, por un rato, muchos millones de sudacas queríamos que ganaran. (más…)