La semana de la moda masculina se abrió en París el miércoles y continuará hasta el domingo, cuando se iniciará la cita exclusivamente parisina de la Alta Costura, hasta el 26 de enero
La moda del próximo otoño ubica al hombre en un universo bucólico: las prendas de lana y punto evocan el pastor en Loewe y Andrea Crews, mientras Issey Miyake y Off-White exploraron el bosque, este jueves en París.
El pastor de Irlanda del Norte, de cuyas botas y chaquetas sobresale la lana como si lo hiciera a borbotones, forma parte de la colección de Jonathan Anderson, director creativo de la española Loewe. Los suéters de punto y los “jeans” remangados complementan este estilo del hombre en la naturaleza.
La colección masculina de Loewe, presentada como es habitual al margen de las pasarelas, dio cabida al tartán estampado en camisas y pantalones, con cortes asimétricos y apariencia de inacabado, en una propuesta más punk. Andersen también apostó por las prendas folclóricas, mezclando colores vivos en rayas horizontales a lo largo de toda la silueta.
Destacaron igualmente los accesorios de talla maximizada, como los llaveros o los tarjeteros del tamaño de un maletín, así como un bolso de piel con forma de… barra de pan.
“Un hombre urbano que durante una escapada de esquí se halla en otra dimensión y redescubre las alegrías de la naturaleza”, así definió su creación Maroussia Rebecq, fundadora de Andrea Crews.
Los hombres y mujeres – puesto que el desfile fue mixto -, llevaron petos, cazadoras tejanas bordadas con detalles de lana, y una cantimplora metálica en la mano, que resonaba evocando el campo durante el desfile celebrado en una iglesia.
Los tejidos militares de camuflaje fueron transformados introduciendo el elemento floral, un concepto que su diseñadora llamó “camuflor”.
Las hojas, doradas o rojas otoñales, bordadas en prendas de abrigo o vestidos, insuflaron naturaleza a la colección del creador Virgil Abloh, de Off-White. Los modelos – también masculinos y femeninos – se pasearon en medio de una decoración forestal, pisando hojas secas entre los árboles.
“Para cambiar el mundo, debemos cambiar la conciencia. Empezar a ver cosas”, rezó Off-White.
Los colores del bosque también impregnaron la colección de Issey Miyake, con tonos tostados, verdes y amarillos. Los estampados se combinaron con prendas sobrias y oscuras, casi siempre con un abrigo largo por encima.
Zapatillas deportivas, gorras y una “elegancia relajada” marcaron el desfile de Louis Vuitton, al que asistieron el exfutbolista David Beckham, la modelo Kate Moss y el cantante Usher.
La marca de lujo francesa se alió con la neoyorquina Supreme, de la que son adeptos desde hace 20 años los “skaters” y los amantes del hip-hop para componer una oda a la multitud de looks que coexisten en Nueva York.
El creador británico Kim Jones jugó con los clásicos masculinos, con una tendencia a las prendas holgadas, evocando los años 1980.
Rick Owens se concentró en la exitosa prenda de invierno, el abrigo acolchado, y lo alargó, deformó, abombó, dividió y agarró con cintas de modo que sobresalió por encima de los hombros, cruzándose por el cuerpo, dando lugar a formas inesperadas.
La semana de la moda masculina se abrió en París el miércoles y continuará hasta el domingo, cuando se iniciará la cita exclusivamente parisina de la Alta Costura, hasta el 26 de enero.