Tras morir a los 91 años, Pablo Picasso dejó decenas de obras de arte, entre ellas pinturas; Bernard, de 57 años, es hijo del fallecido Paul, el primer hijo del pintor y su esposa rusa, Olga Jojlova
Un nieto de Picasso, Bernard Ruiz-Picasso, inauguró este lunes la exposición de una parte de las 166 obras que ha prestado por tres años al museo dedicado al genial pintor español en Málaga, su ciudad natal.
“Algunas son totalmente emblemáticas de la obra de Pablo Picasso, como la cabeza de toro en bronce”, confeccionada en 1942 en París con un manillar y un sillín de bicicleta, explicó Ruiz-Picasso mientras visitaba la exposición.
También destacó un óleo que representa “un niño con cara de adulto, jugando con una pala”, una obra pintada en 1971 en Mougins, la ciudad del sur de Francia donde el pintor falleció dos años más tarde.
El préstamo enriquece sustancialmente, y por tres años, la colección del Museo Picasso de Málaga, que el propio Ruiz-Picasso contribuyó a crear en 2003 con su madre, Christine Pauplin, donando entonces más de 180 obras.
Bernard (57 años) es hijo del fallecido Paul, el primer hijo de Pablo Picasso y de su esposa, la bailarina rusa Olga Jojlova.
“En algunas salas se muestran todos los soportes que Pablo empleó, como grabado en cerámica, dibujo, escultura, y por supuesto pintura”, explicó su esposa, la galerista francesa Almine Ruiz-Picasso, en nombre de su Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso (FABA).
Siguiendo un sistema de rotación, el museo de la ciudad andaluza propone descubrir nuevas obras cada tres meses.
Las 166 obras prestadas, entre ellas 48 pinturas, son una pequeñísima muestra de un autor tan prolijo como Picasso, que al morir a los 91 años dejó tras de sí decenas de miles más.
La pinacoteca de Málaga, instalada en un palacio del siglo XVI, sigue siendo modesta en comparación con los museos dedicados a Picasso en París y Barcelona, dos ciudades donde acometió una parte importante de su obra.
No obstante, el museo malagueño es el más frecuentado de Andalucía, con más de 558.000 visitas en 2016.
Tiene además la ventaja de situarse en el centro de la ciudad donde Picasso nació en 1881 y vivió hasta los diez años. Allí pintó sus primeros cuadros, guiado por su padre, pintor y profesor de dibujo.