Una profesora canadiense que enseña en un pueblo remoto del Ártico recibió el Global Teacher Prize, un premio considerado como el Nobel de los profesores y dotado con un millón de dólares, en una ceremonia celebrada en Dubái este domingo
Maggie MacDonnell, que según el jurado está “cambiando las vidas de sus estudiantes y transformando a su comunidad”, estaba entre los diez finalistas elegidos entre 20.000 candidaturas procedentes de 179 países.
En los seis últimos años dio clases en el pueblo inuit de Salluit, en el Ártico canadiense, cuya tasa de suicidios es alta, según la biografía proporcionada por los organizadores del galardón.
MacDonnell dice haber sido testigo de más de diez suicidios.
“Como profesora, cuando llego a la escuela al día siguiente de un suicidio, hay un asiento vacío en mi aula donde impera un silencio total”, dijo, reprimiendo entre lágrimas.
MacDonnell ha creado un programa de formación social para sus alumnos, especialmente para las chicas, en una región donde son frecuentes los embarazos adolescentes y las agresiones sexuales.
Muchos profesores dejan sus puestos a mitad del año escolar por culpa del estrés y de las duras condiciones de vida que sufre la comunidad indígena.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, felicitó a MacDonnell en un mensaje de vídeo. “Todos estamos orgullosos de ti”, dijo.
La profesora, que también ha sido madre de acogida temporal en la comunidad inuit, recibió el galardón en una ceremonia que abrió con la actuación del tenor italiano Andrea Boccelli.
El galardón fue creado hace tres años por la Fundación Varkey, con sede en Dubái. El premio de un millón de dólares se paga a plazos y exige que el ganador siga dando clases durante al menos cinco años.
El año pasado, el profesor palestino Hanan al Hrub ganó el prestigioso premio por su innovador uso del juego para frenar la violencia en su escuela en Cisjordania.