Un 47 por ciento de los trabajos podrían convertirse en oficios automatizados, señala un estudio aplicado a unos 700 profesionales de Estados Unidos
Los avances tecnológicos revolucionan desde hace tiempo el mundo laboral y los avances de la inteligencia artificial despiertan crecientes temores de que las máquinas remplacen a un número cada vez mayor de trabajadores, incluso a los que tienen los empleos calificados.
Los ejemplos no faltan: los automóviles autónomos podrían eliminar a los taxistas y camioneros; los algoritmos que juegan un papel creciente en el periodismo, los robots que proporcionan informes a los clientes en centros comerciales o la cirugía robótica e inteligencia artificial a la que recurre la medicina para detectar y reparar tumores cancerosos o anomalías cardíacas.
Un estudio en 2013 de la Universidad de Oxford aplicada a 700 profesiones en Estados Unidos concluyó que 47% estaban alto riesgo de convertirse en oficios automatizados.
Los datos fueron corroborados por un estudio del Instituto McKinsey, según el cual “cerca de la mitad” de las actividades del mundo del trabajo “podría verse potencialmente automatizada si se adapta las tecnologías actuales”.
McKinsey consideró, sin embargo, que solo el 5% de los empleos podría “estar totalmente automatizado”.