Hasta ahora el socio alemán de la firma panameña de abogados más conocida en el mundo durante en el último año rompe su largo y casi mítico silencio. Acusa al Ministerio Público de abusos y asegura que es víctima de una dictadura
El fundador detenido de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca, epicentro del escándalo de los Panama Papers, acusó a la fiscalía de torturar y mantener un “sistema dictatorial” para perjudicar a la firma.
En una carta a la que ha tenido acceso la AFP, Jürgen Mossack, fundador del bufete junto a Ramón Fonseca, dice ser un “preso político” de los fiscales, a los que acusa de torturas psicológicas para obtener declaraciones inculpatorias en el escándalo de corrupción brasileño Lava Jato.
“Me considero básicamente preso político de los fiscales, en la más absurda y baja expresión de un sistema dictatorial”, dijo Mossack, detenido desde el pasado 9 de febrero junto a Fonseca.
La fiscalía acusa a Mossack Fonseca de formar parte de una “organización criminal” dedicada a ocultar activos vinculados al caso Lava Jato, una operación que reveló sobornos de empresas constructoras brasileñas, entre ellas Odebrecht, a funcionarios públicos en América Latina entre 2005 y 2014.
Mossack Fonseca también es investigada por el escándalo de los Panama Papers, una filtración que reveló cómo el despacho creó sociedades opacas para supuestamente evadir impuestos a escala mundial, aunque por este caso no hay detenidos en Panamá.
En la carta, con fecha del 5 de abril, Mossack acusa a la fiscalía de “aplicar presión psicológica” contra la encargada en Brasil de la firma, María Mercedes Riaño, también detenida en Panamá, “para que testificara contra nosotros, diciéndole que a menos que lo hiciera, más nunca vería con vida a su padre”.
Durante el proceso, los abogados de Riaño han declarado que su cliente obedecía órdenes de la sede de la firma en Panamá. La funcionaria es reclamada por fiscales brasileños bajo acusaciones de crear sociedades offshore a través de Mossack Fonseca para presuntamente pagar sobornos.
Mossack refutó a los abogados de Riaño al aducir que su sede en Brasil actuó con independencia de la casa matriz en Panamá.