El expresidente del grupo Odebrecht, Marcelo Odebrecht, dijo en una declaración a la Justicia brasileña que fue divulgada hoy que el 75 % de las campañas electorales en Brasil se financiaron irregularmente por medio de pagos no declarados en los que participó su empresa.
“Ese era un problema que teníamos en todo Brasil, se creaba un circulo vicioso. Estimo que tres cuartas partes de las campañas (electorales) en todo Brasil eran de caja ‘B'”, afirmó Odebrecht en el marco de un acuerdo de colaboración con la Justicia.
Los testimonios de los 77 exdirectivos de Odebrecht, la mayor constructora de Brasil, han dejado conmocionado a todo un país que asiste cada día a la revelación de nuevos escándalos de corrupción relacionados con el caso Petrobras que afectan directamente a políticos de renombre.
Según cálculos del propio Supremo hechos a partir de lo narrado por exdirectivos de la constructora y Emilio Odebrecht, patriarca de la familia, sólo ese grupo distribuyó coimas por un valor cercano a 450 millones de reales (145 millones de dólares).
Ese dinero fue repartido entre los políticos y partidos en el poder, que están en la lista de un centenar de dirigentes que serán investigados por el Supremo o instancias judiciales inferiores.
Esas declaraciones fueron volcadas en un disco duro de 1 terabyte entregado a los medios por la Corte Suprema, con un millar de vídeos en que los exdirectivos de Odebrecht relatan durante más de 50 horas una auténtica orgía de dinero producto de la corrupción.
Los relatos revelan desde financiación ilegal de campañas hasta ‘favores’ en dinero para ‘retribuir’ la obtención de obras públicas o la aprobación de leyes que favorecían los negocios de la empresa.
Entre los citados destaca el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, objeto de buena parte de las confesiones hechas por Marcelo Odebrecht, expresidente del grupo y condenado ya a 19 años de cárcel por el escándalo de corrupción en la estatal Petrobras.
En sus declaraciones, Odebrecht admite que hubo sobornos en las obras para el Mundial de fútbol que Brasil acogió en 2014 y cita el estadio del Corinthians, construido para ese evento por la empresa por un pedido expreso de Lula, un reconocido hincha de ese club.
También reconoce que la firma se valió de esas prácticas para obtener contratos de obras para los Juegos Olímpicos de Río 2016 y que, para garantizar esos negocios, pagó unos 16 millones de reales (unos 5,2 millones de dólares) en sobornos tan sólo al entonces alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes.