Tras una agonía de dos meses murió el exdictador panameño. La mañana del lunes su estado se había agravado profundamente
A las 11 de la noche del lunes 29 de mayo de 2017, murió a los 83 años de edad, el exdicatador panameño Manuel Antonio Noriega, recluido en el Hospital Santo Tomás, principal nosocomio público del País.
Noriega que cumplía 3 condenas de 20 años por la desaparición y muerte de opositores, en el Centro Penitenciario El Renacer, fue operado el pasado 7 de marzo de un tumor cerebral; una intervención de la que nunca se recuperó.
Noriega gobernó el país directamente de 1983 a 1989. El final de su mandato empezó con la llamada crisis de 1987 cuando grupos civilistas organizaron una cadena de manifestaciones tras las acusaciones de Roberto Díaz Herrera, su excompañero y quien lo acusó de fraude electoral y el crimen de un dirigente opositor, el Dr. Hugo Spadafora.
Desde mediados de 1987 las cosas empezaron a tornarse difíciles. En 1988 se dio una intentona golpista acuerpada por la decisión del entonces presidente Erick Arturo Del Valle, de separar del cargo a Noriega como jefe de las Fuerzas de Defensa. Un intento que no prosperó y que terminó con Del Valle exilado en los Estados Unidos.
En octubre de 1989, un grupo de militares rebeldes lograron acorralar a Noriega en la comandancia, pero titubeos en el momento crucial le permitieron al entonces llamado Hombre Fuerte, recuperar el control. El episodio acabó con el fusilamiento de 10 alzados y varios más que purgaron prisión.
En Diciembre de 1989 el régimen de Noriega declara la guerra a Estados Unidos y unos días después en la madrugada del día 20, ese país invade militarmente Panamá. Noriega permanece prófugo durante 4 días y el día de Nochebuena, se asila en la Nunciatura apostólica. Una semana después el 4 de enero de 1990 se entregó a agentes de la DEA de los Estados Unidos donde fue condenado a mediados de la década de 1990 por narcotráfico.
Noriega gobernó Panamá 6 años, y estuvo en los círculos de poder desde 1968, en total 21 años. Acabó su vida como prisionero, tras 27 años de cárcel. Murió sin reconocer ningún error o culpa en dos décadas de gobierno dictatorial.