El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, propuso que la Carta Magna que surja de su controvertida Constituyente sea aprobada en las urnas, una movida que busca evitar deserciones en el chavismo, aunque nada garantiza un referendo
Sorpresivamente, Maduro lo anunció horas después de que la fiscal general, Luisa Ortega, pidiera al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), acusado por la oposición de servir al gobierno, una aclaración del dictamen en el que autorizó al mandatario a convocar la Constituyente sin consulta en referendo.
“Lo propondré de manera expresa, abierta y taxativa, la nueva Constitución saldrá a referendo consultivo para que el pueblo diga si está de acuerdo con la nueva Constitución reforzada o no”, dijo Maduro la noche del jueves.
Dirigentes opositores desecharon la oferta. “El puede decir ‘misa’ ahorita, pero cuando le den cheque en blanco cambiarán la decisión. Ese caramelito de cianuro nadie se lo va a comer”, declaró Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento.
La Asamblea Nacional Constituyente tiene la facultad de disolver a todos los demás poderes -incluido el Legislativo de mayoría opositora y la Fiscalía- y decidir si se vota o no la Constitución que elaboren.
“Está por encima del presidente, de manera que él no puede garantizar eso. Es una jugada política”, aseguró a la AFP el analista Luis Vicente León.
El experto en asuntos electorales Eugenio Martínez recordó que la Constitución prohíbe “que se imponga agenda” a la Constituyente, por lo que Maduro “no puede decir que habrá referendo aprobatorio”.
Este viernes concluye la inscripción de candidaturas para la elección de la Constituyente que se hará a fines de julio. El poderoso dirigente chavista, Diosdado Cabello, y la esposa de Maduro, Cilia Flores, figuran entre los aspirantes.
La oposición decidió no participar por considerar “fraudulento” el proceso con el que el chavismo -según dice- por un polémico método de asignación de escaños busca asegurarse el control de la Constituyente y “perpetuarse en el poder”.
Los opositores insisten en escalar sus protestas, que en dos meses dejan 62 muertos, y este viernes marcharon hacia la televisora oficial VTV para exigir una información “equilibrada” y “veraz”.
Las autoridades permitieron a estudiantes opositores ingresar a la sede de VTV, donde cruzaron acusaciones mutuas con el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas.