Más de 750 personas sufrieron una intoxicación alimentaria en un campo de desplazados cerca de Mosul, anunciaron este martes responsables iraquíes y de la ONU, que aseguraron que no hubo ningún fallecido al contrario de lo anunciado horas antes
Un portavoz del ministerio de Salud había informado de la muerte de dos personas -una mujer y un niño- el lunes tras la ruptura del ayuno del ramadán. En Ginebra, un vocero de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Andrej Mahecic, había comunicado por su parte la muerte de un niño en el campo de Hasancham U2, a unos 60 km al este de Mosul.
Horas después, ACNUR aseguró que las anteriores informaciones respecto al fallecimiento de dos personas eran “incorrectas”.
El director general del ministerio de Salud en Erbil (norte), Saman Barzenji, confirmó el error. “No hubo ninguna muerte a raíz de la intoxicacion alimentaria”, aseguró. “Algunas personas en mal estado de salud se dirigieron a los hospitales, incluso un niño que había perdido el conocimiento y había sido declarado muerto por equivocación”, añadió.
Según un portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Joel Millman, los refugiados se intoxicaron al ingerir la cena con la que rompen cada día su ayuno, el ‘iftar’. Esta comida había sido cocinada por un restaurante local, a petición de una oenegé de Catar, explicó.
“Esa empresa subcontratada llevó la comida al campo” unas tres horas y media antes de que fuera servida, añadió.
Más de 800.000 personas tuvieron que huir de sus hogares en Mosul desde que las fuerzas iraquíes, apoyadas por la coalición internacional dirigida por Estados Unidos, e,prendieran una ofensiva para expulsar al grupo yihadista Estado Islámico (EI) de la localidad.
Muchos de los habitantes huidos encontraron refugio en alguno de los campos instalados alrededor de la ciudad.