La selección de fútbol de Costa Rica, golpeada por importantes bajas debido a lesiones, enfrenta el miércoles a Panamá por cuartos de final de la Copa Oro de la Concacaf, en choque que sirve a ambos para mantener viva la ilusión
Los ticos terminaron la primera fase del torneo como líderes holgados del grupo A del torneo, con dos victorias y un empate, pero llegan a la etapa eliminatoria con cuatro bajas importantes que obligan al entrenador Óscar Ramírez a buscar alternativas de urgencia.
En tanto, Panamá avanzó a los cuartos de final después de haber terminado segunda en el grupo B. Los canaleros y los estadounidenses cosecharon siete puntos en la ronda, pero los hombres de Bruce Arena se quedaron con el primer puesto gracias al saldo de goles.
Después de entrenar y jugar bajo un calor aplastante en Texas, la selección de Costa Rica se instaló en Filadelfia, donde Ramírez tendrá que encajar las nuevas piezas de su estructura de juego.
Costa Rica llega a estos cuartos de final sin cuatro piezas fundamentales: Joel Campbell, Christian Gamboa, Bryan Oviedo y Johan Venegas, siendo que Rónald Matarrita también quedó fuera de los planes.
Ramírez entonces convocó al defensor Kendall Waston, quien antes de la Copa se recuperaba de una lesión, así como a Jhamir Ordain, Jimmy Marín y José Leitón.
Con estos nuevos naipes, Ramírez tendrá que remontar un equipo comenzando desde la línea de defensa, donde Francisco Calvo estuvo cuidando el andarivel izquierdo, fuera de su posición habitual.
En esa zona del equipo, la incorporación de Waston podría permitirle al entrenador el reacomodo de piezas, aunque no se descarta que decida utilizar en cambio una línea de tres con aleros.
En la zona de ataque, Costa Rica actuó ante Guayana Francesa con dos hombres de área, David Ramírez y Ariel Rodríguez. En ese espacio del terreno, tiene a Marco Ureña como pieza de recambio.