La Casa Blanca descartó el lunes un diálogo con Corea del Norte, excepto para facilitar el regreso de estadounidenses detenidos por Pyongyang, desechando la apertura de “canales de comunicación” entre ambos países sugerida por el secretario de Estado, Rex Tillerson
“Hemos sido claros que ahora no es el momento de hablar. Las únicas conversaciones que han tenido lugar, o que tendrían lugar, serían para el regreso de los estadounidenses detenidos”, dijo la portavoz Sarah Huckabee Sanders.
Según señaló, hay tres ciudadanos de Estados Unidos detenidos en Corea del Norte.
“Hay una diferencia entre hablar y ejercer presión diplomática y apoyamos fuertemente la presión diplomática sobre Corea del Norte, lo que seguimos haciendo. Pero ahora simplemente no es el momento de tener conversaciones con Corea del Norte”, apuntó.
Washington, respaldado por la mayor parte de la comunidad internacional, considera inaceptable el programa balístico y nuclear de Pyongyang, lo que en los últimos días ha dado lugar a una escalada verbal entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-Un, que algunos temen derive en acciones militares.
Durante una visita a Pekín, el jefe de la diplomacia estadounidense indicó el sábado que altos responsables de su país tenían “dos o tres canales de comunicación” abiertos con Pyongyang, algo que Trump consideró el domingo como una “pérdida de tiempo”.
“Le dije a Rex Tillerson, nuestro maravilloso secretario de Estado, que está perdiendo su tiempo intentando negociar con el Pequeño Hombre Cohete”, tuiteó el mandatario, apodo que usa para referirse a Kim.
Washington no tiene lazos diplomáticos con el régimen norcoreano, y se ha apoyado en Pekín para presionar su vecino a través de sanciones.
En punto muerto desde 2009, las negociaciones entre las dos Coreas, China, Estados Unidos, Rusia y Japón pretenden hacer renunciar a Pyongyang al desarrollo de su tecnología nuclear militar a cambio de ayuda financiera y humanitaria.
No es la primera vez que Trump, que amenazó con una “destrucción total” de Corea del Norte, y miembros de su gobierno se muestran disonantes sobre este asunto.
A finales de agosto, al día siguiente del lanzamiento por parte de Pyongyang de un misil que sobrevoló Japón, el presidente dijo que discutir con Corea del Norte “no era la solución”.
Horas más tarde, el secretario de Defensa, Jim Mattis, llevaba la contraria a la Casa Blanca, afirmando que “nunca estamos cortos de soluciones diplomáticas”.