Apenas cinco horas duró la visita del presidente de Estados Unidos a Puerto Rico, dejando un sentimiento de indignación y humillación generalizado, no sólo por sus actos sino también por las declaraciones con la que se refirió a los boricua
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su visita este martes a Puerto Rico tras la devastación causada por el paso del huracán María, le restó importancia al desastre natural por el bajo número de víctimas. Trump dio a entender que, a su juicio, no es “una catástrofe real”, diciendo: “Si miras una catástrofe real como el Katrina (…), cientos y cientos y cientos de personas que murieron, y miras lo que ha pasado aquí, con una tormenta que realmente fue abrumadora”, causando molestias a la población puertoriqueña.
El magnate participó de una actividad de entrega de ayuda de insumos básicos, en la que arrojó paquetes de papel higiénico a los asistentes, quienes asombrados apenas intentaron cogerlos en el aire.
There’s video of Trump shooting paper towels into the crowd and it does not disappoint pic.twitter.com/KPfJ1AeAqk
— Caleb Ecarma (@calebecarma) 3 de octubre de 2017