El gobierno de Nicolás Maduro y la oposición emprenden este viernes en República Dominicana nuevas negociaciones para buscar salidas a la grave crisis venezolana, en medio de marcado escepticismo
Previo al encuentro, las partes mantenían reuniones con los acompañantes internacionales del proceso, dijo Julio Borges, principal delegado de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Se trata de los cancilleres de Chile, México y Nicaragua, y de un delegado de Bolivia.
“Venimos determinados a luchar por los derechos básicos de los venezolanos, derecho a la salud, derecho a la alimentación, derecho al voto, derecho a la democracia (…)”, declaró Borges a una treintena de periodistas en la cancillería dominicana.
Esta ronda de negociación se extenderá hasta el sábado.
El presidente del país anfitrión, Danilo Medina, dijo esperar que la “buena voluntad” se imponga con resultados positivos.
“Esto no es un diálogo, sino una negociación. Tenemos la esperanza de que podamos sacar algo importante”, comentó Medina a la prensa el jueves.
Las partes vuelven a la mesa tras acercamientos frustrados entre 2014 y 2017 por acusaciones mutuas de incumplimientos.
Sectores de la oposición se oponen a los contactos por considerar que son una “treta” del gobierno socialista.
Para Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, el escepticismo “es natural”, pero piensa que la arrolladora inflación y la aguda escasez de alimentos y medicinas podrían forzar a las partes a cerrar acuerdos.
Esta vez “los dinamizadores de la negociación son económicos”, dijo León a la AFP.
Según el analista, el gobierno podría estar dispuesto a dar “oxígeno” al sector privado para dinamizar la estancada economía, pues “la cabeza de Maduro” deja de estar entre las exigencias inmediatas de la MUD tras protestas que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio.