Los palestinos denunciaron el sábado una declaración de un alto responsable de la Casa Blanca afirmando que el Muro de las Lamentaciones, ubicado en Jerusalén Este, el sector palestino de la ciudad anexionado por Israel, debe permanecer bajo control israelí
Esta declaración fue hecha el viernes tras otra jornada de violencias en los Territorios Palestinos entre las fuerzas israelíes y manifestantes encolerizados por la decisión del presidente estadounidense Donald Trump, el 6 de diciembre, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
Cuatro palestinos murieron y centenares más resultaron heridos en esos enfrentamientos.
“No aceptamos ninguna modificación de la frontera en Jerusalén Este, que está ocupada desde 1967”, afirmó a la AFP Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente palestino Mahmud Abas.
Según él, esta “declaración prueba una vez más que la administración norteamericana se ha excluido del proceso de paz”.
Un alto responsable estadounidense de la Casa Blanca había afirmado el viernes: “No contemplamos ningún escenario en el que el Muro de las Lamentaciones no forme parte de Israel”.
Israel, que tomó el control de la parte oriental de la ciudad durante la guerra de los Seis Días en 1967, considera la Ciudad Santa como su capital indivisible, mientras que los palestinos desean que Jerusalén Este sea la capital del Estado al que aspiran.