Los tres jueces de un tribunal de apelación confirmaron este miércoles por unanimidad la condena por corrupción y lavado de dinero al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y aumentaron la sentencia inicial a 12 años y un mes de cárcel, alejando sus aspiraciones de volver al poder
Lula, que aún dispone de recursos para evitar la prisión, fue considerado culpable de haberse beneficiado de un apartamento tríplex ofrendado por la constructora OAS a cambio de su mediación para obtener contratos en Petrobras. La condena inicial era de nueve años y medio de prisión.
Los magistrados del Tribunal Regional Federal nº 4 (TRF4) de Porto Alegre (sur) respaldaron ampliamente las conclusiones del juez Sergio Moro, autor de la sentencia de primera instancia.
El caso se enmarca en la Operación Lava Jato sobre sobornos pagados por constructoras a políticos de todas las tendencias para obtener contratos en la petrolera estatal.
El aumento de la sentencia se debe al agravante de que Lula, por su posición de máximo mandatario de la República, carga con una “culpabilidad extremamente elevada”, en palabras del relator Joao Gebran Neto, el primero en votar.
Los mercados, que temen un retorno de la izquierda al poder, celebraron la derrota judicial de Lula. La Bolsa de Sao Paulo ganaba más de 3% pocos minutos antes del cierre.
Porto Alegre amaneció sitiada por las fuerzas de seguridad, ante el temor de enfrentamientos entre los miles de partidarios de Lula presentes en la ciudad y grupos de derecha que piden que el exmandatario vaya a la cárcel.