En una carta desde la cárcel, afirma que quiere volver a Panamá voluntariamente, para ser juzgado solo por el caso “pinchazos”. Está aburrido y que la comida no tiene sabor
El expresidente panameño, Ricardo Martinelli, se apresta a pasar su cumpleaños número 67 en una celda del centro de la Prisión Federal de Miami este domingo 11 de marzo. Al parecer esa efemérides le ha llevado a hablar sobre su encierro, que casualmente cumple 9 meses el lunes, un día después de su aniversario de nacimiento.
El mandatario detenido en espera de ser extradito a Panamá desde el 12 de junio de 2017, publicó una carta en su cuenta de Twitter donde revela detalles de su encierro. “La comida es horrible y casi siempre está vencida”, dice en su carta de presidiario, donde además asegura que ha intentado “jugar” ( hacer deportes) con los más jóvenes, pero que pronto su edad lo mantiene al margen de ese ritmo.
Según Martinelli, en la prisión hay información de todos los países que los detenidos intercambian en el sanitario o durante los periodos de visita. Está obligado a utilizar medicinas genéricas que asegura no surten “efecto alguno”, y afirma que lo más abundante es el “hielo”.
En la prisión los privados de libertad se reparten el uso de seis computadoras, 25 teléfonos y solo 20 direcciones de correo están autorizadas. Todo tiene que hacerse bajo la mirada de guardias, que afirma los hay “muy buenos y decentes pero también los que no lo son”.
Cuenta que los boricuas y cubanos gritan mucho y por todo “es parte del show”, pero que ha decidido “hacer de tripas corazón y que lo que antes le molestaba ya no moleste”, dijo al comparar su tiempo en prisión con un parto.
Martinellil terminó diciendo que cuenta minutos, horas y días, para la fecha en que pueda regresar a Panamá, donde afirma es “perseguido políticamente, sin evidencias, con gran morbo y mediáticamente”. “Por Mouts Propio, quiero ir bajo el principio de exclusividad según lo que dice el tratado de extradición”, dice casi al final de su carta, donde se compara con Noriega y llega hasta sugerir la posibilidad de que lo juzgaron por “casos inventados”.
“Amanecerá y veremos” dice Martinelli, que espera un proceso de apelación para recibir un cambio de medida cautelar que le permita agurdar la decisión de extraditarlo en arresto domiciliario y cambiar la celda y el encierro que ha narrado por su mansión de Coral Gables en Miami Estados Unidos.
Estoy contando los días y horas. Último escrito de Ricardo Martinelli. pic.twitter.com/zPTxc2Iyew
— Ricardo Martinelli (@rmartinelli) 9 de marzo de 2018