Según el último censo de 2010, los indígenas eran el 12% de la población de Panamá, estimada actualmente en unos 4,03 millones de personas
El Banco Mundial (BM) financiará un plan de desarrollo de 12 pueblos indígenas de Panamá, según prioridades establecidas por las propias comunidades para mejorar la infraestructura y los servicios de salud, educación, y agua y saneamiento en sus territorios.
El directorio ejecutivo del BM aprobó el jueves un préstamo por 80 millones de dólares para apoyar la implementación del Plan Nacional de Desarrollo Integral de Pueblos Indígenas de Panamá, que busca beneficiar a toda la población indígena del país, estimada en 418.000 personas y mayoritariamente afectada por la pobreza.
El cacique Maximiliano Igwayoikiler, del pueblo indígena Guna Yala, celebró el respaldo a la visión de desarrollo planteada.
“Son pueblos aislados que necesitan accesos a carreteras, escuelas, centros de salud, agua, mantener su cultura e identidad, defender sus territorios y mantener los recursos naturales, que son la vida de los pueblos originarios y en general del país”, dijo, citado en un comunicado del BM.
El BM, que con este plan aspira a crear una plataforma de desarrollo integral replicable a otros países, dijo que el proyecto beneficiará directamente a unas 200.000 personas.
El monto total del plan es de 85 millones dólares, de los cuales 80 millones serán financiados con un préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), uno de las cinco entidades del grupo BM, a un plazo de 25 años y 5,5 años de gracia. El resto provendrá de fondos del gobierno
Panamá ha sido una de las economías de mayor expansión en la última década en el mundo, con una previsión de crecimiento de 5,4% para 2017 y 2018, el pronóstico más alto de Latinoamérica, según el BM.
Sin embargo, persisten las desigualdades y la pobreza prevalece en áreas rurales, en su mayoría habitada por indígenas.
En las “comarcas”, como se conoce a los territorios indígenas, la pobreza supera el 70% y la pobreza extrema está por encima del 40%, de acuerdo con el BM, que señala como principal limitante la falta de servicios, en particular el acceso al agua y al saneamiento.