Los presidentes de Panamá y Costa Rica discutieron este miércoles acciones para facilitar la llegada de millares de peregrinos a la Jornada Mundial de la Juventud, en la que se espera la presencia del papa Francisco en enero de 2019
Los mandatarios Juan Carlos Varela (Panamá) y Luis Guillermo Solís (Costa Rica) examinaron en San José medidas para facilitar el paso de decenas de miles de visitantes que llegarán a la jornada, que se celebrará en Panamá, precedida de una “prejornada” en Costa Rica.
“Hemos establecido protocolos migratorios puntuales a nivel de Centroamérica, los vamos a profundizar para flexibilizar en nuestras aduanas y puestos migratorios el paso de todos los peregrinos” que lleguen a la jornada, declaró a periodistas Varela, acompañado de Solís.
“Costa Rica, como país vecino, va a ser parte (del encuentro católico) con sus aeropuertos y con su infraestructura turística para recibir a quienes lleguen desde los cinco continentes”, agregó.
La Jornada Mundial de la Juventud es una de las mayores congregaciones que celebra la iglesia católica, y atrae a peregrinos de todo el mundo para un evento en el que participa el pontífice.
Los mandatarios de los dos países centroamericanos analizaron también la marcha de las acciones conjuntas destinadas a controlar el tráfico de drogas, principalmente cocaína, procedente de países sudamericanos.
“Estamos desarrollando un concepto de triángulo sur, una noción de seguridad que nos va a permitir construir, con Colombia y eventualmente Ecuador, una zona de paz y de control de seguridad en nuestras áreas fronterizas en momentos que estamos sufriendo los embates del narcotráfico”, comentó Solís.
Varela señaló que la producción de cocaína triplicó en los últimos años en la región, principalmente en Colombia, lo que obliga a intensificar esfuerzos con los países vecinos para impedir el paso de esa droga.