El cine tiene un rol clave en América Latina para ayudar a mostrar la realidad del acoso hacia las mujeres y la discriminación que sufren colectivos por su condición sexual o de género, consideraron varios actores durante el Festival Internacional de Cine de Panamá
La gran pantalla “es un vehículo perfecto para retratar sociedades y para contar historias humanas y exponerlas ante una audiencia que puede estar consciente o no de esa realidad”, dijo a la AFP la actriz dominicana Laura Gómez, intérprete de Blanca Flores en la galardonada serie de Netflix “Orange is the New Black”.
Para ella, ni el papel de la mujer en el cine ni en la sociedad serán ya iguales, aunque “no de la noche a la mañana”.
“Yo siento que estamos en un momento histórico de cambio” y el cine “se está utilizando muy bien como arma de apoyo en la evolución en la mentalidad de la sociedad” latinoamericana, manifestó la actriz durante el festival, que tiene lugar hasta el miércoles en la capital panameña.
Otros actores presentes en la cita estimaron también que el cine está empujando en la región hacia cambios que permitan acabar con el abuso hacia las mujeres, en momentos donde aún resuena el escándalo de Harvey Weinstein, el célebre productor acusado de múltiples violaciones y abusos sexuales contra actrices.
“El acoso está en todos lados, lo que pasa que el cine al tener tanta visibilidad hace que si el que emite esa denuncia de abuso es una celebridad por supuesto que la atención se centra ahí, lo cual me parece saludable”, dijo a la AFP el actor argentino Nahuel Pérez Biscayart.
Para Pérez, ganador este año del César francés como actor revelación por su papel en “120 pulsaciones por minuto”, donde interpreta a un joven homosexual con VIH, las alfombras rojas de los festivales deben ser algo más que para “vender vestidos”.
“Me parece interesante que en esa alfombra roja además hablen de otra cosa. Está muy bien poder invadir, en el buen sentido, esos espacios públicos y comerciales con un poco de contendio político”, indicó Pérez Biscayart.