Un automóvil autónomo de Uber que atropelló y mató a una mujer en Arizona en marzo la había detectado seis segundos antes del accidente, pero no pudo activar el frenado de emergencia, dijo el jueves un informe del regulador del transporte estadounidense
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés) señaló que su informe preliminar sobre el choque fatal de marzo en Tempe, Arizona, no atribuye culpa y agregó que toda conclusión llegará en su informe final.
Pero a la vez indicó que los ingenieros de Uber habían desactivado un sistema de frenado automático de emergencia “para reducir el potencial de comportamiento errático del vehículo”.
El informe dice que el sistema de conducción autónoma determinó que se necesitaba un frenado de emergencia 1,3 segundos antes del impacto, pero que para entonces ya era demasiado tarde.
La persona que iba en el asiento del conductor frenó menos de un segundo antes del impacto, con lo que fue incapaz de evitar a la mujer.
La NTSB dijo que los informes preliminares en general no determinan la causa probable de un accidente, y que “todos los aspectos del choque permanecen bajo investigación”.
El informe añade que la mujer vestía ropas oscuras y empujaba una bicicleta que no tenía reflectores laterales cuando cruzó una sección de la carretera que no estaba iluminada.
Los resultados de las pruebas toxicológicas en la víctima “fueron positivos para metanfetamina y marihuana”, agregó el informe.
Uber dijo en un comunicado que estaba cooperando con la investigación.
“En el transcurso de los últimos dos meses, hemos trabajado estrechamente con la NTSB”, aseguró un vocero de la empresa. “A medida que su investigación continúa, hemos iniciado nuestra propia revisión de seguridad de nuestro programa de vehículos autónomos”, agregó.
Uber, que suspendió sus pruebas de manejo autónomo en varios lugares de Estados Unidos después del accidente, anunció que espera reanudarlas en California y otras áreas, pero indicó que no se reiniciarían en Arizona.
El informe NTSB del jueves consignó que un programa del auto detectó a la mujer “unos seis segundos antes del impacto”, cuando el vehículo viajaba a 69 kilómetros por hora, y que el software “clasificó a la peatona como un objeto desconocido, como un vehículo, y luego como una bicicleta con diferentes expectativas sobre la ruta a seguir”.
Añadió que el sistema de Uber “no está diseñado para alertar al operador”, de quien se espera que “intervenga y tome medidas” en caso de emergencia.