Mudanza de Evo a nuevo edificio despierta otra polémica en Bolivia

Mudanza de Evo a nuevo edificio despierta otra polémica en Bolivia
El nuevo edificio, que albergará a cinco ministerios y un piso presidencial de mil metros, costó 34,4 millones de dólares. Foto/AFP

Evo Morales, se mudó este jueves, 9 de agosto, a una moderna casa de gobierno de 29 pisos. El edificio tiene siete ascensores de última generación, uno de estos pisos será de uso exclusivo del mandatario.

El colosal edificio, que ha llevado cuatro años en ser construido, con siete ascensores y helipuerto, y un piso presidencial de 1.000 metros, costó 34,4 millones de dólares, “con un promedio de 1.000 dólares el metro cuadrado”, según la ministra de Comunicación, Gisela López.

Una ceremonia en lengua aimara dirigida por un ‘amauta’ (sabio indígena), en medio del ulular de ‘pututus’ (cuerno de res) y sahumerios de mirra y nopal, cerró las actividades del histórico Palacio Quemado, que debe su nombre a que fue incendiado en una revuelta contra el presidente liberal Tomás Frías, en 1875.

La nueva casa de gobierno, construída en las espaldas del decimonónico Palacio Quemado, albergará además a cinco ministerios, que representarán al erario un ahorro en alquileres de 20 millones de dólares anuales, según el viceministro de la Presidencia, Alfredo Rada.

La molestia

El nuevo edificio incluiría sauna, jacuzzi, sala de masajes, sala de lectura y un gimnasio, lo que ha provocado largas críticas de la oposición. Cuando un grupo de periodistas pidió a la ministra López conocer el hidromasaje respondió: “Sería absurdo que yo abra la puerta del baño para hacerles recorrer”.

“Presidente, no somos tontos, esto no es una casa, es un Palacio, y no es del pueblo, es de usted. Las cosas como son”, protestó el líder opositor Samuel Doria Medina, a través de las redes.

La Casa Grande del Pueblo dispone de siete ascensores de última generación, uno de los que será de uso exclusivo del presidente. La planta 13 se destinará a las reuniones del gabinete. Dos pisos son de uso exclusivo del jefe de Estado. En la planta 23 está el área de trabajo del mandatario con un despacho, más dos oficinas y tres salas de reuniones.

En la planta 24 se halla una suite presidencial de 1.068 metros cuadrados, y en la azotea está el heliopuerto.

La ostentosa obra provocó también el rechazo del expresidente Carlos Mesa que calificó la construcción de “engendro” porque afecta la concepción urbano-arquitectónica del centro de La Paz, caracterizado por edificios coloniales.

Las críticas están también orientadas al pago de unos 130 mil dólares a los artistas bolivianos que pintaron los 16 murales que adornan las paredes de la nueva sede de gobierno.

Morales, que está en el centro de la polémica porque, según la oposición, forzó la ley para postularse a un cuarto mandato en las elecciones de 2019, presidirá el viernes su primer gabinete en su nueva casa.

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