Nikki Haley, embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, llamó a la comunidad internacional a ahogar financieramente al gobierno de Venezuela.
Estados Unidos llamó este lunes a la comunidad internacional a ahogar financieramente al gobierno de Venezuela y aseguró que el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, es “un ladrón” y “un narcotraficante”.
El gobierno de Nicolás Maduro “está cometiendo un crimen moral contra el pueblo” y atenta contra “la paz y la seguridad regional”, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, en la reunión que convocó en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Cabello “es considerado el segundo hombre más poderoso de Venezuela”. “Es también un ladrón y un narcotraficante que utiliza su poder para llenar sus bolsillos”, según Haley.
La embajadora dijo que Cabello estuvo involucrado “directamente” en el tráfico de drogas, con envíos de estupefacientes de Venezuela a República Dominicana y de ahí a Europa, y que utilizó sus contactos en el gobierno para informarse de otros narcos, robar sus drogas y “eliminar la competencia”.
“Utilizó compañías de fachada en Florida y empresas estatales mineras y minerales para esconder su dinero sucio”, dijo. “El resultado final de la corrupción de funcionarios venezolanos como Cabello es que no solo el pueblo de Venezuela sufre, sino que la seguridad de todo el hemisferio sufre”.
“Todos, incluido el Consejo de Seguridad, deben hacer más” para ayudar al pueblo venezolano, sostuvo Haley.
– “Una cleptocracia” –
Marshall Billingslea, secretario adjunto de financiación terrorista en el Tesoro estadounidense, dijo que “la corrupción rapaz” del presidente Maduro, su esposa Celia Flores y la cúpula de gobierno “ha empobrecido a millones” de venezolanos.
Urgió a los países de la ONU que no permitan que los funcionarios venezolanos corruptos utilicen sus sistemas financieros.
También pidió que sus instituciones financieras no presten dinero a Venezuela. “Solo será robado”, aseguró.
Denunció que el gobierno está “saqueando” los depósitos de oro y que “Maduro ha promovido una carrera del oro en el sur de Venezuela”.
Mostró imágenes que -dijo- muestran “amplias áreas de tierra donde la selva está siendo devastada, y las operaciones mineras ilegales están resultando en una contaminación masiva del agua, incluida la introducción de mercurio y otros químicos industriales”.
Mercedes de Freitas, directora ejecutiva de la ONG Transparencia Venezuela, contó al Consejo de la venta ilegal de medicamentos, alimentos y gasolina en Venezuela, y dijo que este país es “una cleptocracia”.
La corrupción es endémica “en todo nivel de gobierno y en todos los sectores del Estado”, afirmó.
La ONU afirma que unos 2,3 millones de venezolanos han huido del país desde que entró en crisis en 2014, en medio de una severa escasez de alimentos y medicinas.
“Esta es una crisis hecha por el hombre”, dijo Haley.
La tensión entre Washington y Caracas subió este fin de semana luego de que el New York Times informó que diplomáticos estadounidenses se reunieron varias veces en secreto con militares venezolanos que planificaban un golpe contra Maduro.
Las reuniones han incluido a un excomandante militar venezolano que figura en la lista de sancionados por el gobierno estadounidense, según el diario.
Pero Estados Unidos no ha otorgado ningún apoyo material a los disidentes pese a sus pedidos, y los planes de un golpe se fueron a pique tras el reciente arresto de decenas de militares rebeldes, aseguró el NYT.
El gobierno venezolano convocó a una marcha este martes contra “el imperialismo”, y vinculó las reuniones secretas entre militares disidentes y diplomáticos estadounidenses con el fallido atentado con dron contra Maduro el pasado 4 de agosto en un desfile militar.
Hace años que las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela son tensas.
Los países no han intercambiado embajadores desde 2010 y el gobierno de Donald Trump asegura que Maduro es un dictador. Desde 2017, Washington ha impuesto sanciones financieras contra el jefe de Estado, su vicepresidenta, Cabello y otros altos funcionarios de su gobierno y de la estatal petrolera PDVSA.
En agosto del año pasado, el presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos tenía “una opción militar” en Venezuela, una declaración que fue condenada por aliados estadounidenses en Latinoamérica.
El Consejo de Seguridad ya analizó la crisis venezolana en mayo de 2017, también a pedido de Estados Unidos, pero la cita fue a puertas cerradas. Haley advirtió entonces que Venezuela puede seguir el camino de Siria.