El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, acusó el jueves a China de lanzar un “salvavidas” a Venezuela con “cuestionables préstamos” a cambio de petróleo, y criticó que haya convencido a Panamá, República Dominicana y El Salvador de romper lazos con Taiwán.
En un discurso en el Instituto Hudson, un centro de análisis conservador, Pence alertó sobre la “diplomacia de la deuda” que emplea Pekín para expandir su creciente influencia en el mundo, ofreciendo “cientos de miles de millones de dólares en préstamos de infraestructura” en todos los continentes.
“Pekín le lanzó un salvavidas al corrupto e incompetente régimen de (Nicolás) Maduro en Venezuela, que ha estado explotando a su propia gente, prometiéndole 5.000 millones de dólares en cuestionables préstamos a pagarse con petróleo”, dijo Pence
El vicepresidente, un duro crítico de Maduro, subrayó además que China es el “mayor acreedor individual” de Venezuela, “agobiando” al pueblo venezolano “a pesar de que su democracia se desvanece”.
China se ha convertido en uno de los principales aliados de Venezuela, con préstamos por 62.000 millones de dólares en la última década, de los cuales aún se adeudan unos 20.000 millones.
El mes pasado, Maduro se reunió en Pekín con su par chino, Xi Jinping. A su regreso a Caracas, el gobernante anunció un acuerdo para aumentar a un millón de barriles diarios la producción de crudo destinada al país asiático antes de agosto de 2019, con inversiones por 5.000 millones de dólares.
Venezuela, que tiene las mayores reservas probadas de crudo del mundo pero cuya producción ha caído de 3,2 millones a 1,4 millones de barriles diarios en la última década, envió a China unos 700.000 barriles diarios en 2017.
En su discurso este jueves, Pence destacó que los términos de los préstamos chinos “son opacos en el mejor de los casos” y dijo que los beneficios “invariablemente fluyen” hacia Pekín.