Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), tuvo un fuerte crecimiento en las encuestas después de ser apuñalado en un mitin el 6 de septiembre y llegó en los sondeos del sábado al 40% de votos válidos (que excluyen los votos en blanco y los nulos)
Las elecciones presidenciales más polarizadas de la historia reciente de Brasil se iniciaron este domingo, con el ultraderechista Jair Bolsonaro en posición de favorito en la primera vuelta tras una belicosa campaña que expuso las tensiones de una democracia convulsionada por múltiples crisis.
Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), tuvo un fuerte crecimiento en las encuestas después de ser apuñalado en un mitin el 6 de septiembre y llegó en los sondeos del sábado al 40% de votos válidos (que excluyen los votos en blanco y los nulos).
Le sacó entre 15 y 16 puntos de ventaja a su más inmediato contendiente, Fernando Haddad, sustituto del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda). Y espera ahora un empuje final para evitar una segunda vuelta, el 28 de octubre.
“Si entre hoy y mañana cada uno de ustedes consigue ganar apenas un voto, liquidamos el asunto en la primera vuelta. Podemos hacerlo. Hay aún muchos indecisos, mucha gente que busca el voto útil”, afirmó el candidato ultraderechista en un video difundido en su cuenta de Facebook.
Los analistas ven posible, aunque poco probable, que eso ocurra. La principal incógnita reside en el número de electores “ocultos” de Bolsonaro entre los que afirman que votarán en blanco (6% a 7%) o se declaran indecisos (4% a 5%).
Las encuestas indican que en una segunda vuelta los dos políticos, que son también los que tienen mayor índice de rechazo, estarían en empate técnico, con tendencia a favor de Bolsonaro (45% a 43% según Ibope y 45% a 41% según Datafolha).
Clara Gentil, una electora de Rio de Janeiro, se presentó a la oficina de voto en el barrio de Copacabana usando una camisa con la inscripción “Él No”, que sirvió para congregar a quienes quieren impedir la llegada al poder de Bolsonaro, un excapitán del Ejército que a lo largo de su carrera de diputado acumuló pronunciamientos misóginos, homófobos y racistas y justificó los métodos de tortura de la dictadura militar (1964-1985).
“Los brasileños fueron manipulados para votar por odio. Entonces esta elección es más importante que las otras. Ahora hay recesión, hambre, gente viviendo en las calles, desempleada”, explicó.
Un total de 147,3 millones de brasileños están llamados a votar en estas elecciones que son también legislativas, de gobernadores y de representantes de las asambleas de los estados.
Las oficinas de voto cerrarán a las 17H00 (22H00 GMT), en el huso horario del estado de Acre (norte). Los resultados definitivos deberían conocerse en menos de dos horas.
El vencedor reemplazará el 1 de enero al presidente conservador Michel Temer, el más impopular desde el fin de la dictadura militar (1964-1985).