Un corto documental reseña como la Ciudad de Colón se debate entre el amor y el odio al Presidente de la República, mientras sueña con una promesa
Con pocas horas de haber sido posesionado como el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, recibió la noche del 1 de julio de 2014, en el centro de la ciudad de Colón. El apoyo electoral de la ciudad atlántica a la candidatura de Varela, había sido crucial para lograr el triunfo electoral de mayo de ese año.
Esa noche a cielo abierto después de escuchar a un trompetista llamado Miguel Ayarza, entonar la canción A Dios sea la Gloria con su instrumento, Varela se comprometió con el proyecto que espera lo situé en los anales de la historia. Se comprometió´a renovar la ciudad de Colón.
La promesa incluía que la obra, a un costo de 500 millones de dólares, terminaría 36 meses más tarde, es decir a mediados de 2017. Una serie de complicaciones han provocado que la obra no parezca cerca del final.
Además el presidente Varela prometió reconstruir la histórica Casa Wilcox, cuya estructura lo contemplaba como inmóvil testigo de sus promesas.
La productora Guásimo ha generado un corto en formato documental, que intenta resumir las altas y bajas de esta relación de amor y odio que han tenido los colonenses con el presidente Juan Carlos Varela, que si bien es cierto ha impulsado el plan que ha invertido más dinero en Colón en los últimos 50 años, también enfrenta la obra que ha generado mayores inconvenientes a la ciudad en ese mismo periodo.
Aunque van 52 meses de aquella noche despejada en la Calle 9 y Avenida Central. Los trabajos han hecho en este tiempo que el casco de la ciudad, sea algo así como una zona de desastre, mientras la incertidumbre de los colonenses ha crecido con mayor intensidad a cada segundo .