Dos presuntos responsables de una de las peores matanzas ocurridas en la frontera entre Colombia y Venezuela tras el acuerdo de paz de 2016, en la que murieron diez personas, cayeron en poder de las autoridades, anunció el domingo el presidente Iván Duque.
Belsaid y Cristo Carrascal, conocidos con los alias de J.J y Noni y quienes forman parte de la facción armada de origen guerrillero Los Pelusos, fueron detenidos durante operativos en la ciudad de Cali y el municipio de El Tarra (noreste), este último limítrofe con Venezuela.
Duque señaló a los dos hombres de ser “responsables del cruel ataque del pasado 30 de julio en El Tarra, que dejó 10 muertos, entre ellos un líder social”, según escribió en su cuenta de Twitter.
El 30 de julio hombres armados irrumpieron y abrieron fuego en un billar. En la masacre murieron dos exguerrilleros de las FARC y el líder campesino Frederman Quintero, según las autoridades.
El otrora grupo rebelde firmó la paz a finales de 2016, depuso las armas y pasó a ser partido político tras más de medio siglo de lucha contra el Estado.
Su desmovilización dio paso a una fuerte disputa por el control de los territorios que antes dominaban.
En la región de Catatumbo, de la que hace parte El Tarra, en el departamento de Norte de Santander, la lucha involucra a la todavía activa guerrilla del ELN y a Los Pelusos, una disidencia del disuelto grupo insurgente maoísta Ejército Popular de Liberación (EPL).
Catatumbo concentraba hasta 2017 el 16% de los cultivos de coca en Colombia, el mayor productor mundial de cocaína en el mundo, según el más reciente informe de la ONU.
Según las autoridades, el ELN y el EPL, además de disidencias de las FARC, están tras el dominio de las rentas derivadas del narcotráfico y la minería ilegal, lo que ha disparado este año el desplazamiento de campesinos en la frontera con Venezuela.
Los hombres capturados el fin de semana deberán responder “por homicidio, extorsión, secuestro, entre otros”, señaló Duque.