Los aumentos de salarios en el mundo nunca fueron tan bajos desde la crisis financiera de 2008 como el año pasado, pese a la reactivación económica en los países desarrollados, lamentó el lunes la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En un informe sobre los salarios en el mundo, la OIT constata también que las diferencias de salarios entre los sexos persisten en un nivel “inaceptable”. Las mujeres siguen cobrando aproximadamente 20% menos que los hombres.
Según un informe de la OIT, una agencia de la ONU, el aumento mundial de los salarios reales (corregidos de la inflación) se desaceleró el año pasado, pasando de 2,4% en 2016 a 1,8% en 2017, su nivel más bajo desde 2008.
Dejando de lado las cifras de China, cuya enorme población y el rápido aumento salarial han tenido un fuerte impacto en la media mundial, la tasa de aumento de salarios reales a escala mundial ha caído de 1,8% en 2016 a 1,1% en 2017.
En los países emergentes o en desarrollo del G20, este índice se mantiene fuerte, aunque ha disminuido, alcanzando el 4,3% en 2017, en comparación con el 4,9% en 2016 y el 2,9% en 2015.
En los países desarrollados del G20, la OIT observó una desaceleración del aumento salarial a pesar de la reactivación económica y la baja de la tasa de desempleo. De esta manera el aumento de los salarios reales se estancó en +0,04% en 2017 (+0,9% en 2016 y +1,7% en 2015).
“Es desconcertante observar que en las economías con altos ingresos, el lento crecimiento de los salarios coexiste con el crecimiento del PIB y la caída del desempleo. Según las primeras indicaciones, este débil crecimiento salarial debería perdurar en 2018”, declaró el director general de la OIT, Guy Ryder.
En Europa los aumentos salariales fueron casi nulos en 2017. No obstante la excepción fueron los países de la parte oriental en donde los salarios reales se dispararon 5% el año pasado, contra 2,8% en 2016.