Un magistrado de la corte suprema brasileña emitió el miércoles un fallo que podría liberar al expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que purga una pena de 12 años de cárcel por corrupción, en un inesperado golpe de efecto a pocos días de la asunción del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
El juez Marco Aurélio Mello, del Supremo Tribunal Federal (STF), ordenó la liberación de los presos con recursos pendientes después de haber sido condenados en segunda instancia, como es el caso de Lula, detenido desde el 7 de abril en Curitiba (sur).
Mello indicó que la medida tiene efecto inmediato, pero debe ser solicitada por los abogados de los detenidos.
La decisión puede ser refrendada o rechazada por el plenario del STF, que volverá a reunirse a principios del año que viene tras el receso navideño, que se inició este miércoles por la tarde.
Existe la posibilidad de la medida sea revocada por el presidente del STF, Antonio Dias Toffoli.
Los abogados de Lula formularon rápidamente el pedido. “Es imperioso dar inmediato cumplimiento a la decisión emanada de la Corte Suprema”, afirma la solicitud del bufete de abogados Teixeira Martins.
La senadora Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), fundado por el exmandatario de izquierda (2003-2010), informó en Twitter que la petición ya se había hecho y anunció que se aprestaba a viajar a Curitiba.
La decisión se produce en vísperas de la asunción del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, el próximo 1º de enero.