¿Qué hay en la mentes que nos definen los referentes del cine?
El periodo de votación para la 91ª. edición de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas termina el 19 de febrero; alrededor de 8200 integrantes de la industria fílmica usan un sitio web privado para dar de alta sus selecciones. ¿Qué es lo que les pasa por la cabeza cuando le dan clic a las opciones?
En un mundo perfecto, cada votante lo tomaría con mucha seriedad; vería todas las películas nominadas y dejaría de lado sus sesgos personales para decidir solo según la destreza artística de un filme.
Hollywood, sin embargo, no es una utopía.
En gran medida, la votación para el Oscar se trata de prejuicios personales y de reclamos mezquinos (The Hollywood Reporter ha publicado columnas de votantes anónimos que dan cuenta de ello). Se trata de quién tiene más amistades entre las personas que deciden el premio, en una academia cuya membresía sigue siendo 69 por ciento masculina y 84 por ciento blanca después de varios años de esfuerzos para diversificarse. En el proceso para decidir también hay consideraciones respecto a los cambios en la industria; concretamente, si Netflix debe premiarse o alejarse del club por el mayor tiempo posible, sin importar la calidad de las películas que produce o distribuye.
A modo de experimento, llamé a veinte integrantes de la academia (ninguno de los cuales está vinculado directamente a alguna de las películas nominadas este año) y les pedí que fueran completamente honestos: ¿Cómo van a evaluar a los ocho candidatos para el premio de mejor película?
Ninguno quiso ser citado explícitamente, pero las respuestas dicen mucho sobre los Premios Oscar y sobre Hollywood (que básicamente es como el colegio pero con muchísimo más dinero de por medio). A continuación, una mezcla de los comentarios que hicieron.
Un votante de edad más avanzada dijo, con acidez, que las películas de superhéroes son “como lo que se filtra de los basureros detrás de los restaurantes de comida rápida”. Luego confesó que en realidad ni siquiera había visto Pantera negra.
Ah.
Pero la mayoría de la gente a la que llamé dijo que pondría esta película en una posición alta en las boletas por las buenas actuaciones, un diseño de producción suntuoso y por su relevancia cultural. (La academia usa un sistema complicado de votación “preferencial” para elegir la mejor película: cada votante le da a los filmes nominados una posición del 1 a 8 en la que, al final, las películas en segundo y tercer lugar llegan a tener casi el mismo peso que los que están en primer lugar).
El problema que tuvieron varios de los votantes es que Pantera negra fue hecha por Marvel, que es propiedad de Disney, el estudio que ha barrido a casi todos los demás en términos de taquilla. Eso solamente empeorará cuando Disney consolide su compra de 20th Century Fox. “¿Y encima tenemos que darle a Disney el premio a mejor película?”, dijo un votante que pertenece a un estudio rival.
La película dirigida por Spike Lee fue destacada por ser original e intelectual. Una persona explicó que El infiltrado del KKKlan es de las películas que después se mencionan en los libros de historia del cine. Eso significa que no habrá luego mucho arrepentimiento al estilo de “Guau, ¿en serio votamos por eso?” en unos años (como con Shakespeare enamorado).
Por otro lado, las películas que ganan el mayor premio de la academia usualmente son las que provocan reacciones emocionales en los votantes. En mi pequeño muestreo, El infiltrado del KKKlan cumple más con la categoría de: “filmes que admiro, pero que no tengo tantas ganas de volver a ver”.
Aunque premiar a Lee seguramente es la mejor opción para que haya un momento viral de la ceremonia. Varias de las personas entrevistadas expresaron un deseo de que el cineasta se suba al escenario y destroce a los estudios por hacer de lado tantas voces de minorías; es bien sabido que él no se traga comentarios. “¿Te imaginas?”, dijo una de las personas entrevistadas, que pertenece a la rama de guionistas de la academia. “Tendrían que sacar a la gente en camilla”. (Lee también está nominado, por primera vez en su destacada carrera, en la categoría de mejor director; podría ganar también en la de mejor guion adaptado).
La película inspirada en la historia de Queen y dirigida por Bryan Singer (al menos, hasta que fue despedido por su conducta errática) es de las contendientes para mejor película que más ha causado confusión en los últimos años. Y eso que Babe: El puerquito valiente fue nominada en 1996.
Los votantes entrevistados usaron palabras como “superficial” y “desordenada” para describir el filme, que tuvo reseñas poco positivas de los críticos y fue denunciada en ciertos sectores por restarle importancia a temas de la sexualidad de Freddie Mercury.
Casi todos los entrevistados admitieron que Bohemian Rhapsody es un placer culposo y que lo destacable es la actuación de Rami Malek como Mercury. (Todas las veinte personas con las que hablé dijeron que votarán por él).
Algo que fue una sorpresa —o supongo que no tanto si consideramos cómo a Hollywood le encanta hacer caso omiso de los problemas— es que la mayoría de las personas con las que hablé dijeron que el papel de Singer no afecta su perspectiva sobre el filme. El director ha sido acusado en el pasado de conductas indebidas y The Atlantic publicó nuevas denuncias de abuso sexual de menores el día después de que se anunciaron las nominaciones. Singer niega haber cometido algún delito y dijo que el reportaje es un “artículo de calumnia homófobo”.
A los votantes les gusta decir que respaldaron al eventual ganador. Y aunque esta comedia negra inspirada en la reina Anne (ambientada alrededor de 1710) fue muy admirada por las actuaciones, el guion y los vestuarios, ha perdido varios de los premios pre-Oscar. “Me encanta esta peliculita indecente, pero no quiero desperdiciar mi voto”, me dijo una persona que estaba a la espera de los Premios de Cine de la Academia Británica (Bafta, por su sigla en inglés), para tomar su decisión. (Al final La favorita ganó siete Baftas la semana pasada pero perdió el gran premio frente a Roma).
Otros de los entrevistados comentaron que no están seguros si La favorita manda un buen mensaje por su retrato de las mujeres (interpretadas por Olivia Colman, Emma Stone y Rachel Weisz) o termina por reforzar el estereotipo de que ellas son arpías que manipulan y engañan.
Nadie de mi muestreo consideró que esta película sobre la era de la segregación racial en Estados Unidos fuera perfecta; dijeron que sin duda le faltan matices y que la infame escena en la que el personaje blanco le enseña a comer pollo frito al personaje negro los hizo sentir vergüenza. Pero Green Book también conmovió a muchos de los votantes. Un productor, cuya edad ronda los 60, dijo que el final bonito hizo “derretir” su corazón.
Peter Farrelly, quien dirigió la película y es uno de los guionistas, también ha demostrado ser bueno en hacer campaña, según dijeron algunos de los votantes; mencionaron, por ejemplo, su discurso después de ganar el premio del Sindicato de Productores de Estados Unidos. “Cuando haces Un par de idiotas (Dumb and Dumber), no esperas que te den premios”, dijo Farrelly. “Así que estoy muy agradecido”.
Uno de los entrevistados, un ejecutivo fílmico de unos 50 años, reconoció que respalda a Green Book porque está iracundo. Dijo que estaba cansado de que le dijeran cuáles películas está bien o no que le gusten; gran parte del debate sobre Green Book se ha centrado en cómo trata los temas raciales, con opiniones que van de que es desesperadamente retrógrada a casi intolerante.
La película dirigida por Alfonso Cuarón y distribuida por Netflix parece estar creando una crisis de conciencia.
¿Votar por Roma porque es la mejor película o no respaldarla, sin importar sus méritos artísticos, porque Netflix representa un desafío para que las audiencias sigan yendo al cine? Aunque la plataforma intentó apaciguar a algunos al distribuir Roma en varios cines de América del Norte —en Estados Unidos lo hizo en 250 salas independientes, un estreno similar al que tienen casi todos los filmes en un idioma distinto al inglés—, Netflix prácticamente no saca sus películas en cines.
Las personas con las que hablé están divididas; algunos en el grupo anti-Netflix me dijeron que van a votar por Cuarón para sentirse menos culpables de su decisión.
Otra queja que hubo sobre Roma fue por su ritmo; una persona de la rama actoral describió la película como importante pero aburrida.
El camino a la ceremonia de los Oscar es bastante largo y tiene muchos obstáculos. Esta película taquillera, nueva versión de una historia ya contada, parecía ser el filme a vencer a finales del año pasado, pero tropezó en el camino.
Algunos votantes dijeron que perdieron su entusiasmo por Nace una estrella cuando solo ganó una de las cinco nominaciones en los Globos de Oro (la de mejor canción original). Otros criticaron a Lady Gaga, la protagonista, por dar discursos en otras premiaciones (como los Globos y el National Board of Review) que los desencantaron. Algunos de los miembros de la academia de edades más avanzadas dijeron que volvieron a ver la versión de 1954 con Judy Garland y que eso cimentó su opinión de que la nueva interpretación nada más no es tan buena, sobre todo en la segunda hora.
“La nueva versión es una obra maestra… durante 40 minutos”, me dijo un productor.
Solo una de las veinte personas dijo que va a votar por El vicepresidente, comedia semibiográfica sobre Dick Cheney dirigida y escrita por Adam McKay. “Uno de los productores es mi amigo, entonces siento que tengo que hacerlo”, explicó esa persona; una promoción poco enfática.
Otros de los entrevistados destacaron las actuaciones, sobre todo las de Christian Bale como Cheney y Amy Adams como Lynne Cheney, pero se quejaron de que la película parece estar demasiado satisfecha consigo misma por sus trucos visuales y jocosidad.
La controversia por los #OscarsSoWhite de 2015 y 2016, que surgió por solo nominar a personas blancas u hombres blancos en casi todas las categorías, también ha impactado la campaña de El vicepresidente. ¿Cómo se vería que una organización repleta de hombres viejos blancos le diera el premio de mejor película a un filme sobre un hombre viejo blanco? “Nos crucificarían”, dijo un votante.