El juicio oral contra el exmandatario será reprogramado una vez que se tenga el informe médico del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
El expresidente Ricardo Martinelli llegó este jueves,14 de marzo,al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, para someterse a una evaluación psiquiátrica, tras presentar una incapacidad,emitida por el médico psiquiatra, Frank Guelfi, quien diagnosticó que el exmandatario sufre ansiedad y depresión.
Por la presentación de la incapacidad, el Tribunal conformado por Roberto Tejeira, Arlene Caballero y Raúl Vergara, suspendió el juicio oral en contra del expresidente, por la ejecución de escuchas telefonistas durante su gobierno.
En el juicio que se realizaba el pasado 12 de marzo en la sede del Sistema Penal Acusatorio, en Plaza Agora, estaba prevista la presencia de 175 testigos, y más de 100 pruebas periciales y documentales.
El juicio será reprogramado una vez que se tenga el informe médico del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
El fiscal del caso, Ricauter González, fue quien presentó la solicitud de evaluación medica para Martinelli luego que su defensa presentara la incapacidad psiquiátrica.
En el transcurso del oficio judicial el equipo legal de Martinelli pidió que la próxima audiencia se transmitiera por televisión pero el Tribunal negó dicha petición.
La fiscalía pide una pena de 21 años de reclusión para el exmandatario, detenido en la cárcel El Renacer, por presuntamente “pinchar”, entre 2012 y 2014, las comunicaciones de unos 150 opositores a su gobierno.
Esta es la primera vez que un expresidente panameño se enfrenta a un proceso judicial por delitos de carácter penal.
Martinelli enfrenta cuatro cargos por delitos de inviolabilidad del secreto, derecho a la intimidad y contra la administración pública, aunque sus seguidores dicen que se trata de una “persecución política” del gobierno del presidente Juan Carlos Varela.
El exjefe de Estado fue extraditado desde Estados Unidos en junio de 2018, un año después de que fuera detenido en Miami, donde residía desde 2015 para eludir la acción de la justicia panameña.
Todos los recursos presentados por su defensa para evitar el juicio han sido rechazados.
La misma suerte corrieron una solicitud de fianza de excarcelación por medio millón de dólares y las múltiples peticiones de prisión domiciliaria por motivos de salud del exgobernante, quien ha sido enviado en varias ocasiones al hospital por crisis de hipertensión.