De la noche a la mañana, las estaciones de Vía Crucis aparecieron esculpidas en arena a orillas del caudaloso río Paraná, obra de diez escultores de América Latina y Europa que atrae a devotos y curiosos en esta Semana Santa.
Los organizadores y los artistas eligieron las playas de Carmen del Paraná, 350 km al sureste de Asunción y cerca de la frontera con Argentina, para concitar la atención de la población fronteriza.
“Quisimos aprovechar el escape masivo de la población urbana al campo en estos días feriados para mostrar de lo que son capaces de hacer con la arena estos artistas”, dijo a la AFP el empresario Ramón Acuña, un ingeniero constructor de obras que financió la iniciativa.
Se trata de escultores de Italia, Portugal, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Colombia, Brasil, El Salvador y Perú, verdaderos trotamundos acostumbrados a viajar “adonde nos llamen” para dar a conocer su obra.
“En Semana Santa, como es tradicional, la devoción religiosa y el turismo se confunden. Todo el mundo sale en familia al interior por el clima ideal que hace en abril”, comentó Acuña quien pensó que estas esculturas al aire libre despertarían la admiración de turistas y lugareños.