Ulloa ordenó a 15 nuevos diáconos permanentes en la Iglesia Católica panameña

Ulloa ordenó a 15 nuevos diáconos permanentes en la Iglesia Católica panameña
Un diácono permanente puede bautizar, bendecir matrimonios, asistir a los enfermos con el viático, celebrar la liturgia de la Palabra, predicar, evangelizar y catequizar. Pero, a diferencia del sacerdote, no puede celebrar la Eucaristía (misa), confesar o administrar el sacramento de la unción de los enfermos. Foto/Vía @ArquiPanama

 En la víspera de la celebración de la Divina Misericordia, el Arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa ordenó a 15 nuevos diáconos permanentes, este sábado 27 de abril, en el gimnasio de la Universidad Católica Santa María la Antigua.

Los 15 nuevos diáconos representan a ocho parroquias de la Arquidiócesis de Panamá. Se trata de: Arcenio Andrión López, Boris Ariel Castillo Frías, Ricaurte Chávez Martínez, David Delgado Galástica, Orlando Antonio García Barríos, Giovanni Guerra Olaya, Inocente Guerra Polanco, Saturnino Labrador Bazán, Luis Carlos R. Leal Quintero, Rangel León Córdoba, Eduardo Jovani Mendoza Ramos, Adelino Andrade Pérez Sánchez, Gilberto Antonio Tapia Bloise, Erick Estuardo Valenzuela Flores y  Chanito Vásquez Paredes.

El prelado de la Iglesia Católica pidió  la comunidad, ayudar a los nuevos diáconos a ser ejemplo vivos de Jesús.

“No ha sido un camino fácil, todo un proceso de aprender y desaprender… A Dios damos las gracias que por medio de nuestra familias, las comunidades, los guías y parroquias se ha manifestado en nuestra vida”, dijo.

En tanto, a los diáconos les manifestó que “tienen ahora una triple funcionalidad: Instruir, Santificar, Regir en el servicio de las obras de caridad y la animación de las comunidades”.

La preparación de los candidatos al Diaconado Permanente, comienza con el año Propedéutico, luego pasan a la Universidad Santa María la Antigua  (USMA), para formarse en ciencias teológicas y además en este proceso son asgnados a áreas pastorales como las cárceles, hospitales, en comunidades rurales y urbanas.

Un diácono permanente puede bautizar, bendecir matrimonios, asistir a los enfermos con el viático, celebrar la liturgia de la Palabra, predicar, evangelizar y catequizar. Pero, a diferencia del sacerdote, no puede celebrar la Eucaristía (misa), confesar o administrar el sacramento de la unción de los enfermos.

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