Más de 400 personas que vivían en los alrededores de la represa fueron evacuadas a inicios de febrero, después de que se detectara un movimiento anormal en el talud norte de la mina, que cerró en 2016.
Miles de brasileños aguardaban este lunes el posible colapso de un dique en otra mina de la empresa Vale en Minas Gerais (sudeste), que podría derramar toneladas de desechos tóxicos sobre comunidades, ríos y bosques.
Una de los taludes de la antigua mina Gongo Seco está a punto de desmoronarse y la vibración causada podría ocasionar la ruptura del dique Sur Superior, a 1,5 km de distancia, que contiene 7 millones de metros cúbicos de desechos mineros, informaron Vale y los servicios de emergencia.
Más de 400 personas que vivían en los alrededores de la represa fueron evacuadas a inicios de febrero, después de que se detectara un movimiento anormal en el talud norte de la mina, que cerró en 2016.
Es considerado normal que el talud se desplace unos 10 centímetros por año, pero en los últimos meses se ha acelerado este proceso y actualmente se mueve 20 centímetros por día, según reportes de la prensa brasileña este lunes.
Cerca de 6 mil habitantes del municipio de Barao de Cocais, que viven en la segunda zona de seguridad, están bajo alerta y han realizado en los últimos días varios simulacros de evacuación en caso de un potencial desastre.
Los expertos calculan que la población tendría menos de una hora y media para escapar en caso de que la represa colapse.
Vale dispuso “equipos en estado permanente de preparación” pero “no hay una fecha técnica que pueda confirmar si el posible deslizamiento [del talud] causaría una ruptura de la presa”, indicó la empresa el viernes en un comunicado.
Se han tomado “todas la medidas preventivas”, agregó. Además del monitoreo del dique 24 horas al día, Vale está construyendo una pared de contención de seis kilómetros río abajo e instala barreras para frenar el paso de los desechos minerales, en caso de ruptura del dique.
Este tipo de dique es igual al que colapsó el 25 de enero en Brumadinho, en el mismo estado, causando la muerte de 243 personas y 27 desaparecidos, según un reporte actualizado el sábado.
Se trató del segundo gran desastre provocado por una mina de Vale en los últimos tres años y forzó a la empresa a suspender sus operaciones en varias instalaciones.
Desde entonces, Brasil prohibió la construcción de nuevas represas aguas arriba, que son más baratas pero menos estables que otro tipo de infraestructuras.
En noviembre de 2015, en Mariana (a 160 km de Brumadinho), otra represa construida con esa técnica reventó, causando 19 muertes y la peor tragedia ambiental de la historia del país.