Un hombre de 26 años fue declarado culpable el miércoles por un tribunal de Londres de haber fabricado un arma de fuego con una impresora 3D, un hecho sin precedentes según la policía británica.
“Esta condena que es, creo, la primera de su tipo (…) impidió que un arma operativa terminara en manos de delincuentes”, dijo el sargento Jonathan Roberts, a cargo de la investigación, en un comunicado.
En un primer momento, la policía encontró componentes para fabricar un arma en 3D en casa del joven durante un registro por drogas de su domicilio en el centro de Londres en octubre de 2017.
El condenado, que no tiene permiso para portar armas, aseguró que estaba imprimiendo una pistola para un proyecto universitario, sin querer dar más precisiones, y aseguró desconocer que dicha podía realmente matar.
Pero una “búsqueda de su historial en internet reveló que había visto vídeos que explicaban cómo usar una impresora 3D para fabricar armas de fuego que disparan munición real”, señaló la policía, que también encontró componentes adicionales de armas 3D durante una segunda búsqueda en febrero de 2018.
Su sentencia se pronunciará el 9 de agosto.