Pero las técnicas modernas de datación y de imágenes permitieron a Harvati y a su equipo revelar una “mezcla de características humanas modernas y arcaicas”, que hacen de él un “Homo sapiens precoz”.
Más temprano y más lejos: El Homo sapiens no africano más antiguo descubierto hasta ahora era griego y data de 210.000 años, según un estudio publicado el miércoles, que adelanta de más de 150.000 años la llegada de la especie a Europa.
Apidima 1, como lo bautizaron los científicos, es “más viejo que todos los otros especímenes de Homo sapiens hallados fuera de África”, explica a la AFP Katerina Harvati, de la Universidad de Tübingen en Alemania, coautora del estudio divulgado en la revista Nature.
Hasta ahora, se contaba con un fragmento de mandíbula de Homo sapiens hallado en una cueva de Israel y que remontaba a un periodo de entre 177.000 y 194.000 años. Los otros más antiguos tenían entre 90.000 y 120.000 años. En Europa, el más viejo fechaba de 70.000 años.
Se trata de un reconocimiento tardío para Apidima 1. Había sido hallado a fines de los años 1970 por el Museo de Antropología de la Universidad de Atenas en una cavidad del macizo de Apidima, en el Peloponeso, pero en la época había sido catalogado como un preneardental.
Pero las técnicas modernas de datación y de imágenes permitieron a Harvati y a su equipo revelar una “mezcla de características humanas modernas y arcaicas”, que hacen de él un “Homo sapiens precoz”.
Sin embargo, los arqueólogos solo hallaron la parte trasera de su cráneo y “algunos podrían sostener que el espécimen está demasiado incompleto para que su estatuto de Homo sapiens sea inequívoco”, explica Eric Delson, del Lehman College de Nueva York, en un comentario publicado con el estudio.
“Apidima 1 muestra que la dispersión del Homo sapiens fuera de África no solo tuvo lugar antes de lo que se pensaba, hace más de 200.000 años, sino que llegó hasta a Europa”, explicó Harvati.
El Homo sapiens, llamado igualmente hombre moderno, apareció en África. Los más antiguos representantes conocidos de nuestra especie fechan de 300.000 años y fueron hallados en Jbel Irhud, en Marruecos.
Durante mucho tiempo, se estimó que habían dejado su “cuna” africana mucho más tarde, hace unos 70.000 años, durante una ola migratoria de envergadura.
– Presente antes que el Neandertal –
Pero desde hace varios años, los hallazgos no cesan de cuestionar esta teoría, avanzando cada vez más la fecha de las primeras migraciones y extendiendo la zona de sus dispersiones.
Apidima 1 fue descubierto frente a otro cráneo, bautizado Apidima 2. Según el estudio, se trataría de un Neandertal de 170.000 años.
“Nuestros resultados sugieren que al menos dos grupos de personas vivían en el Pleistoceno Medio en lo que es actualmente el sur de Grecia: una población precoz de Homo sapiens y más tarde, un grupo de Neandertales”, explica Harvati, sugiriendo que los segundos reemplazaron a los primeros.
Antes de ser a su vez sustituidos por otros Homo sapiens recién llegados, hace 40.000 años, cuando los Neandertales desaparecieron por completo.
“Quizás una o varias veces, ambas especies se reemplazaron la una a la otra”, explica Eric Delson.
Este nuevo descubrimiento refuerza la idea de que hubo múltiples dispersiones de seres humanos fuera de África. El movimiento migratorio y la colonización de Eurasia fueron seguramente más enrevesados de lo que se pensaba.
“Más bien que una sola salida de homínidos de África para poblar Europa y Asia, debió haber varias dispersiones, y algunas no dieron lugar a instalaciones permanentes”, según Delson.
Incluso si todos los grupos que se desarrollaron fuera de África hace más de 60.000 años desaparecieron completamente, sin dejar ni rastro en nuestro genoma actual.