Es probable que diecinueve personas en Costa Rica hayan muerto debido al consumo de alcohol adulterado durante los dos meses pasados, de acuerdo con funcionarios de salud, que han emitido una alerta nacional y han confiscado casi treinta mil botellas de alcohol.
Las muertes en junio y julio se registraron en todo el país y se sospecha que fueron causadas por intoxicación con metanol, según un comunicado del Ministerio de Salud del país emitido el 19 de julio. Al menos seis marcas de licores con alto contenido de alcohol se sabe que han sido confiscadas.
Hasta el momento, cuatro personas han sido tratadas por intoxicación con metanol en un hospital en la capital, San José, y sufrieron ceguera irreversible y temblores corporales, según The Tico Times, un periódico costarricense.
Carlos Alvarado Quesada, presidente de Costa Rica, dijo el viernes en Twitter que lamentaba profundamente las muertes y que había instruido a funcionarios de salud que recabaran todos los datos posibles para establecer responsabilidades.
Las marcas confiscadas incluyen Guaro Montano, Guaro Gran Apache, Star Welsh, Aguardiente Barón Rojo, Aguardiente Timbuka y Aguardiente Molotov, de acuerdo con el Ministerio de Salud. La agencia recomendó que las personas eviten vender o consumir cualquiera de estas marcas hasta que la alerta sanitaria sea levantada.
Las víctimas incluyen a catorce hombres y cinco mujeres, cuyas edades oscilan entre los 32 y los 72 años, de acuerdo con el ministerio. La mayoría de las muertes ocurrieron cerca o en la capital: siete personas murieron en San José; cuatro en Cartago, una ciudad más pequeña ubicada a unos 26 kilómetros al este, y una en Heredia, unos 10 kilómetros al norte. Sin embargo, el incidente también llegó a zonas costeras: hubo tres muertes en la región occidental de Limón y dos en la región oriental de Guanacaste.
La intoxicación con metanol típicamente ocurre a través del consumo de productos de alcohol falsificados o producidos de maneras inadecuadas. La causa específica de este caso todavía no es clara, pero dichos problemas a veces surgen cuando se rellenan botellas de licor con etiquetas de las marcas y son comercializadas de nuevo con licor adulterado, cuyo costo de producción es bajo.
Identificar la intoxicación con metanol puede ser difícil porque los síntomas pueden asemejarse en gran medida a la intoxicación en un principio (y no se presentan hasta que el metanol ha sido metabolizado, a menudo hasta entre catorce y dieciocho horas después). Mareos, falta de inhibición, vómitos, vértigo, una fuerte cefalea y dolor abdominal son señales comunes, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Posteriormente, se pueden presentar síntomas como hiperventilación, dificultad para respirar, problemas con la visión y convulsiones. En casos graves, el paciente puede entrar en coma o sufrir pérdida irreparable de la vista.
Entre más rápido la persona intoxicada sea hospitalizada para tratamiento, el resultado será mejor. En algunos casos de intoxicación por metanol, las tasas de muerte han sido tan altas que han alcanzado el 30 por ciento, con hasta ochocientas muertes, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. En la década pasada, ha habido casos en Camboya, la República Checa, Ecuador, Estonia, India, Indonesia, Kenia, Libia, Nicaragua, Noruega, Pakistán, Turquía y Uganda.
La República Dominicana también ha experimentado casos recientes relacionados con alcohol. El Hard Rock Hotel and Casino retiró en junio los dispensadores de alcohol de sus habitaciones para huéspedes, en medio de una investigación por las muertes de casi una decena de turistas en la isla que pudieron haber estado relacionadas con el alcohol, de acuerdo con USA Today.
Casi el 20 por ciento de las ventas de licores en Costa Rica y cerca del 30 por ciento de ellas en la República Dominicana involucran alcohol ilegal, de acuerdo con un informe de la Alianza Internacional para el Consumo Responsable de Alcohol. Descubrir cuál alcohol ha sido producido de manera inapropiada no siempre es tan fácil, asegura el informe.