La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) pronunció su respaldo a la postura de la Unión de Centros Educativos Particulares (UNCEP) para que sean los colegios privados los que decidan el costo de sus matrículas.
Tal y como ha manifestado UNCEP, en el año 2015, el Ministerio de Educación (MEDUCA) estableció el procedimiento para la coordinación de costos, el cual le permite a los padres de familia conocer con seis meses de anticipación al periodo de matrícula, las justificaciones técnicas para realizar ajustes de precios.
“Muchos de los colegios y escuelas particulares forman parte de la membresía del gremio, puesto que se trata de empresas que brindan servicios de educación de calidad que el Estado, en la actualidad, no está en capacidad de atender, lastimosamente”, señaló Jorge Juan de la Guardia, presidente de la CCIAP.
“Los centros escolares particulares brindan un servicio a un sector de la población que quiere una mejor educación para sus hijos; pero, como empresas, deben ser capaces de cubrir sus costos de operación y los padres de familia deben tener la libertad de escoger, de un amplio abanico, la oferta académica que más les convenga”, agregó De la Guardia.
De igual forma, el MEDUCA ha establecido que el acudiente y la administración de cada centro educativo privado firmen un contrato que tenga como duración el año lectivo y que éste no pueda ser modificado durante su vigencia. “Tal medida le garantiza al padre de familia la estabilidad de los costos a los que deberá hacer frente durante el período acordado”, puntualizó de la Guardia.
La UNCEP. ha manifestado que de aproximadamente unos 650 colegios particulares que existen en la República de Panamá, solo el 3% incluye el concepto de donaciones en sus costos de primer ingreso, siendo éstos una minoría que no representa a los centros privados de forma generalizada, aseguró Gastón Faraudo, presidente de la Unión de Centros Educativos Particulares )(UNCEP).
Reiteró que el sector particular brinda un amplio abanico de ofertas académicas y costos, siendo el padre de familia quien deberá decidir, dentro de sus posibilidades económicas y diseño académico que le ofrecen, la mejor alternativa educativa para sus hijos.