Como los casquetes polares, los glaciares montañosos también cuentan

Como los casquetes polares, los glaciares montañosos también cuentan
Esta foto de archivo tomada el 17 de agosto de 2019 muestra un iceberg cerca de la isla de Kulusuk (también deletreado Qulusuk), en el municipio de Sermersooq en la costa sureste de Groenlandia. Foto: AFP

En comparación, hay suficiente agua helada en Groenlandia y la Antártida para elevar el nivel del mar hasta varias decenas de metros.

Mientras los casquetes polares se desintegran por el alza del mercurio, un informe de la ONU sobre la disminución de las zonas heladas de la Tierra advierte del impacto del deshielo de los glaciares montañosos sobre la humanidad.

La AFP obtuvo el borrador del resumen oficial del próximo informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) sobre océanos y criósfera.

El texto señala que los casquetes de Groenlandia y la Antártida perdieron unos 400.000 millones de toneladas anuales de masa en la década hasta 2015, lo que corresponde a un aumento del nivel del mar de 1,2 mm cada año.

Pero los glaciares de las montañas perdieron también 280.000 millones de toneladas de hielo anuales en el mismo periodo, contribuyendo a un aumento suplementario de 0,77 mm al año.

“En el último siglo, el 35% del aumento global del nivel del mar provino del deshielo de los glaciares”, indicó a la AFP Anders Levermann, profesor sobre clima del Instituto sobre el Impacto del Cambio Climático de Potsdam.

Agregó que el futuro aumento del nivel del mar procedente de este fenómeno no excederá los 30-50 cm puesto que la cantidad de hielo es limitada.

En comparación, hay suficiente agua helada en Groenlandia y la Antártida para elevar el nivel del mar hasta varias decenas de metros.

Aun así, “la contribución de los glaciares montañosos a la subida del mar es significativa”, según Levermann, que no participó en el estudio.

La Tierra contiene unos 200.000 glaciares y sus relativas dimensiones comparadas con los casquetes polares los hacen especialmente vulnerables al alza de las temperaturas.

Su retroceso impactará seguramente en las comunidades del interior de todo el mundo que dependen de esa fuente para proveerse en agua.

Por ejemplo, los glaciares de los Himalayas son indispensables para 250 millones de personas que viven en los valles aledaños y además alimentan los ríos de los que dependen otros 1.650 millones para alimentarse, obtener energía y como fuente de ingresos.

Un estudio citado en el informe del IPCC advierte de que los glaciares de las montañas altas de Asia podrían perder más de un tercio de su hielo, incluso si se recortan las emisiones y se limita el calentamiento a 1,5 ºC.

De continuar como ahora, con las energías fósiles alimentando la economía global, se podrían perder dos tercios.

“Beber agua será un problema, la agricultura será un problema, y estamos hablando de millones y millones de personas”, dijo Harjeet Singh, responsable de clima de la ONG ActionAid.

El resumen del IPCC señala que las áreas centrales y del oeste de los Himalayas ya están haciendo frente a una caída importante del agua para irrigar los cultivos.

– Reservas –

El resumen también alerta de que en las regiones con poco hielo, incluida Europa Central, el Norte de Asia y Escandinavia, los glaciares se reducirán probablemente en un 80% para 2100.

Otro estudio realizado este año por científicos en Suiza advirtió que las emisiones podrían acabar con más del 90% de los glaciares alpinos para fines de siglo.

Harry Zekollari, de la Universidad de Tecnología de Delft en Holanda, señaló que la mayoría de la gente no es consciente de hasta qué punto estas estructuras de hielo gigantes son cruciales.

“Un glaciar es una reserva. Un glaciar sano se derretirá en verano y crecerá un poco en invierno. Esto significa que cuando la gente más necesita agua, la obtiene de ahí”, dijo a la AFP Zekollari.

– Lucha por el agua –

El derretimiento de los glaciares también tiene otros impactos.

Los habitantes de La Paz obtienen hasta 30% del agua de los glaciares andinos durante los meses secos de invierno.

En 2016, la ciudad se secó.

“Alrededor de un centenar de barrios estuvieron sin agua durante más de un mes, fue como una película de terror sobre el futuro. La gente luchaba por su agua”, dijo a la AFP Marcos Andrade, director del Laboratorio de Física Atmosférica de la Universidad de San Andrés de La Paz.

Además de este claro ejemplo de lo que puede suceder cuando el glaciar deja de ser una fuente de aprovisionamiento de agua, Andrade dijo que el deshielo también es una mala noticia para la agricultura.

“Ahora tenemos más agua de los glaciares porque se están derritiendo” y por lo tanto para los agricultores “la cosa va mejor. Pero una vez el agua llegue a su máximo escaseará y seguramente será algo por lo que habrá enfrentamientos”.

El informe del IPCC señaló que el deshielo de los glaciares seguramente seguirá aumentando a corto plazo antes de empezar a declinar a fines de siglo, produciendo más deslaves, avalanchas y agua contaminada.

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