La selvática provincia panameña de Darién ha perdido en seis años y medio más de 20.000 hectáreas por la tala ilegal de árboles, en parte causada por la actividad del narcotráfico, alertaron este viernes las autoridades.
“Entre 2012 y agosto de 2019 se perdieron 20.500 hectáreas en Darién. Eso representa 8,2 hectáreas por día. Eso es muy alto”, dijo a la AFP el ministro de Medio Ambiente, Milcíades Concepción.
Indicó que la policía ha detectado una relación entre la tala ilegal de árboles y el tráfico de drogas.
Los narcotraficantes aprovechan la tala para abrir caminos “para el tráfico de droga”, dijo el funcionario durante la inauguración de una oficina policial para investigar delitos ambientales y combatir crímenes ecológicos.
La provincia de Darién, fronteriza con Colombia, tiene 16.000 kilómetros cuadrados y 75% tiene cobertura boscosa.
En ese territorio se ubica la inhóspita selva del Darién, una jungla sin comunicación terrestre con serranías, ríos caudalosos y múltiples especies de fauna y árboles.
Sin embargo, en los últimos años ha sufrido la tala indiscriminada de árboles, cuyos troncos son transportados en enormes camiones para su exportación a mercados internacionales.
“Esos bosques son exterminados para hacer pastos para el ganado y la agricultura”, lamentó el funcionario.
La situación ha obligado a las autoridades a cancelar nuevos permisos para cortar árboles y ha instalado chips en algunas especies para su control y seguimiento.
Panamá es la puerta de entrada a Centroamérica de la droga transportada de América del Sur a Estados Unidos, el principal consumidor.
El país centroamericano ha incautado en lo que va de año más de 57 toneladas de droga, transportada a veces en pequeñas mochilas a través de la selva.
Las autoridades panameñas sospechan que el crimen organizado está detrás de una parte de las actividades que han deforestado Darién.
“El delincuente ambiental tiene relación con otros delitos”, señaló el comisionado de la policía Felipe Cruz.