La ofensiva de Turquía en Siria tiene como objetivo recuperar zonas controladas por la principal milicia kurda de Siria.
El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó este viernes que temía que la operación del ejército turco contra las milicias kurdas en el noreste de Siria facilite un resurgimiento del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la región.
Miles de combatientes del grupo EI detenidos por los kurdos podrían recobrar la libertad, lo que “es una amenaza real para nosotros, para ustedes, [pues] ¿adónde van a ir y cómo?”, declaró Putin durante una cumbre de países exsoviéticos.
“No estoy seguro de que el ejército turco pueda controlar la situación o que pueda hacerlo rápidamente”, añadió, según declaraciones transmitidas por la televisión estatal rusa. Según Putin, “los kurdos están abandonando los campos donde están detenidos los combatientes del EI” y estos “pueden huir”.
Miles de ciudadanos del Cáucaso ruso y de las antiguas repúblicas soviéticas de Asia central se han unido a los grupos yihadistas en Irak y Siria.
“¿Adónde irán? ¿Hacia el territorio turco? ¿Se adentrárán en Siria en tierras que nadie controla y después a Irak o hacia otros países de la región?”, se preguntó Putin.
El presidente ruso prometió “movilizar a los servicios especiales para contrarrestar la aparición de esta nueva amenaza”.
La ofensiva turca en Siria tiene como objetivo recuperar zonas controladas por la principal milicia kurda de Siria, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG).
Considerada como “terrorista” por Ankara, cuenta con el apoyo de los occidentales, ya que fue crucial en la lucha contra el Estado Islámico.